De acuerdo con médicos del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) de Sandwell y West Birmingham, algunos respiradores mecánicos chinos provocaron la muerte y causaron daño en al menos 250 pacientes con coronavirus.
Los profesionales de la salud indicaron que, al parecer, les vendieron un modelo diferente al que correspondía para tratamientos en salas de cuidados intensivos. Estos equipos fueron comprados por el propio gobierno de Boris Johnson, quien en su momento agradeció al régimen de Beijing por la venta de esos ventiladores. Por lo tanto, los médicos recomendaron no utilizar esos ventiladores chinos, teniendo en cuenta los efectos negativos en pacientes contagiados con la covid-19.
“Creemos que si se usa, es probable que se produzcan daños significativos al paciente, incluida la muerte”, indicaron los médicos en una carta fechada el 13 de abril. Así mismo, los expertos cuyas identidades se mantienen en reserva, agregaron: “Esperamos con ansias la retirada y el reemplazo de estos ventiladores por dispositivos que estén en mejores condiciones para proporcionar ventilación de cuidados intensivos a nuestros pacientes”. Además, los galenos indicaron que los ventiladores, aparte de ser de mala calidad y “básicos”, no permiten ser higienizados correctamente, aumentando el peligro de contagio.
De igual manera, aseguran que los equipos no cuentan con una apropiada conexión de la manguera que lleva oxígeno al paciente intubado y que, definitivamente, los ventiladores son distintos a los que estaban utilizando. Un elemento que llamó la atención de los médicos británicos es que los respiradores modelo Shangrila 510 y fabricados por la empresa Beijing Aeonmed, no son los apropiados para salas de cuidados intensivos, sino para ambulancias.
En Reino Unido, una de las naciones más golpeadas por el coronavirus, la cifra de contagios va en 165.221 y 26.097 fallecidos.