El número produce escalofríos. Mientras la epidemia de coronavirus se propaga rápidamente, las autoridades de la provincia más poblada de Sudáfrica -Gauteng- han conmocionado al país al anunciar que estaban preparadas para enterrar a más de un millón de víctimas. Alabado por su rigor y su franqueza, el ministro de Salud, Zweli Mkhize, aseguró esta semana en el Parlamento que "la tormenta anunciada está llegando".

Las cifras de muertos de covid-19, que habían estado contenidas durante mucho tiempo por las estrictas medidas de confinamiento impuestas a finales de marzo a los 57 millones de habitantes, están aumentando exponencialmente. Con cerca de 10.000 infectados y más de un centenar de muertos diarios en los últimos días, Sudáfrica es el país más golpeado del continente. Ya ha reportado más de 220.000 casos y 3.600 fallecidos. El pico tan temido de la crisis sanitaria parece estar cerca y con él aumenta la preocupación de las autoridades. "Estamos llegando a un punto en que son nuestros padres, nuestras madres, nuestros hermanos y hermanas, nuestros amigos cercanos y nuestros camaradas quienes están infectados", dijo el ministro. Pese al confinamiento, el sistema sanitario del país más industrializado del África subsahariana está al borde del colapso. Los hospitales de campaña que han instalado el ejército y organizaciones no gubernamentales no han bastado y "nuestra capacidad de camas se verá superada en todas las provincias", agregó Mkhize.

En particular, en la de Gauteng, donde se sitúa Johannesburgo, la mayor ciudad del país con más de 7 millones de habitantes, y la capital, Pretoria, que desde esta semana arrebató el dudoso título de principal foco de la epidemia a la región de El Cabo (sur). ‘Asunto sensible‘ En todos los cementerios de la provincia, las palas han entrado en acción para cavar grandes filas de tumbas, dispuestas a recibir eventuales entierros en masa. El encargado de salud de Gauteng, Bandile Masuku, anunció el miércoles que hay más de un millón de tumbas disponibles. "Todas las municipalidades aumentan su capacidad y compran terrenos que podrían necesitar para las inhumaciones", aseguró. "Es un asunto sensible y me gustaría decir que sigue habiendo buenas posibilidades de evitar lo peor del pico". Pero el mal está hecho. Las cadenas de televisión y las redes sociales han repetido hasta la saciedad estos datos, alimentando la angustia de la población. "La respuesta del gobierno a la covid-19 pretende impedir las infecciones y salvar vidas", dijo en Twitter la ministra encargada de la gestión de la crisis Nkosazana Dlamini-Zuma. "No nos preparamos para un millón de muertos en el país", aseguró.

"El número de muertos está en torno a los 550.000 en el mundo entero, no hay ningún escenario que prevea tantos muertos en Gauteng", subrayó un responsable local de la oposición, el doctor Jack Bloom. "Los comentarios de Masuku crean un pánico inútil y deben retirarse", exigió. Incómodos ante esta situación, los servicios de salud de Gauteng han hecho una precisión. "En la provincia no se han cavado más de un millón de tumbas", dijeron. "Esta cifra se refiere a su capacidad total".