El caso de Archie Wilks ha conmovido y esperanzado al Reino Unido en medio del temor y el dolor por la criris sanitaria que vive el mundo. El pequeño, de tan solo cuatro años, logró ganarle la batalla a la pandemia del coronavirus al mismo tiempo en que luchaba contra un extraño cáncer que le fue diagnosticado hace más de un año. Se trata de un neuroblastoma, una enfermedad por la cual se crean tumores a partir de los tejidos nerviosos.

Al conocer sobre la covid-19, Harriet y Simon, padres de Archie, fueron muy estrictos en su cuidado, pues el pequeño recibe quimioterapia e inmunoterapia. No lo volvieron a dejar ir a su jardín, sino que se aislaron en casa junto con su otro hijo, el hermano gemelo de Archie; pidieron asistencia médica y el único momento en el que salían eran cuando él tenía su quimioterapia.

Sin embargo, el pequeño se contagió de la covid-19 el pasado mes de marzo. Según contaron sus padres al periódico británico Daily Mail, Archie presentó una fiebre muy alta cuando recibía el tratamiento para su cáncer. De inmediato fue internado en una sala de atención de coronavirus en el Hospital de Addenbroke, en Cambridge.

Fueron seis días "aterradores" para Harriet y Simon, quienes acompañaron a su hijo en el hospital. Durante varias noches el pequeño necesitó oxígeno. “Fue aterrador ser trasladado a la sala de coronavirus porque no teníamos información real sobre cómo un niño en sus condiciones podría enfrentar al virus”, dijo Simon para Daily Mail. Finalmente, a principios del mes de abril la familia Wilks recibió la noticia de que el pequeño ya había dejado el respirador artificial y ya no tenía tos. Le hicieron nuevamente la prueba y dio negativo. Era la hora regresar a casa tras haber superado el coronavirus. Su padre compartió en Facebook el mensaje de que "Archie está definitivamente al otro lado del virus".

Los doctores recomendaron que el niño continuara con su proceso de recuperación en casa. En cuanto al neuroblastoma, sus padres aseguraron en el medio británico Metro que están recaudando dinero suficiente para poder llevar al pequeño a Estados Unidos para probar una serie de vacunas que “podrían reducir la posibilidad de que el cáncer regrese una vez que Archie esté en remisión”. Los padres de Archie compartieron la historia de la batalla de su hijo contra la pandemia del coronavirus a través de un perfil en Instagram llamado ‘El viaje de Archie‘, el cual ya tenían desde hace unos meses para contar sobre el tratamiento del cáncer del niño.