París y su periferia, con unos 7 millones de habitantes, está en máxima alerta sanitaria y desde el martes cierra durante 15 días los cafés bares ante el aumento de los casos, algo que ocurre prácticamente en toda Europa.
“Entramos en una nueva fase”, declaró Anne Hidalgo, la alcaldesa de París, que registra 260 casos cada 100.000 habitantes y donde el 36 por ciento de las camas de los servicios de reanimación en hospitales están ocupadas por enfermos de covid-19.
Los restaurantes, en cambio, podrán seguir abiertos con medidas sanitarias reforzadas. Los eventos con más de 1.000 personas seguirán estando prohibidos, así como las reuniones de más de 10 individuos en los espacios públicos.
Francia registra hasta ahora 32.000 muertos por covid-19, mientras que en toda Europa los decesos alcanzan los 235.000, en 5,8 millones de casos.
París sigue los pasos de otras ciudades, como Madrid y nueve municipios aledaños que desde el viernes aplican nuevas restricciones de movimiento a sus habitantes.
Madrid concentra un tercio de los 790.000 contagios y de los más de 32.000 fallecidos por covid-19 en España.
Otras tres localidades españolas, León, Palencia y San Andrés, quedarán parcialmente cerradas a partir del martes y por al menos dos semanas.
Irlanda está al borde de un segundo confinamiento nacional, después de que la sanidad pública recomendara el domingo pasar al nivel más elevado de restricciones.
Pero un nuevo cierre total, tanto en Irlanda como en otros países, resulta difícil de aplicar debido a la impopularidad de la medida y a sus devastadoras consecuencias económicas.
En efecto, la petrolera estadounidense ExxonMobil anunció que suprimirá unos 1.600 puestos de trabajo para finales de 2021 en Europa, donde emplea a unas 14.000 personas, debido al impacto de la pandemia.
El coronavirus “avanza demasiado rápido”
Para el jefe de la policía de París, Didier Lallement, estas nuevas restricciones son indispensables para “frenar” la epidemia de covid-19 que está avanzando “demasiado rápido”. “Debemos frenarla antes que el sistema de salud esté saturado”, apuntó.
Los últimos datos confirman una degradación de la situación frente a la pandemia. En este momento, París registra 267 casos por cada 100.000 habitantes y un 36 por ciento de las camas de los servicios de cuidados intensivos están ya ocupadas por enfermos de covid-19.
“Debemos encontrar un equilibrio que permita garantizar la protección de los empleados y seguir con la actividad económica”, dijo la ministra de Trabajo, Elisabeth Borne. Por su parte, las universidades deberán restringir la asistencia presencial en un 50 por ciento y quedan prohibidas las fiestas de estudiantes.
Además de París, otras cinco ciudades –Lille, Lyon, Grenoble, Toulouse y Saint-Etienne– también podrían pasar a alerta máxima pronto, un nivel que precede a la urgencia sanitaria y en el que ya se encuentran desde hace más de una semana Marsella y la isla francesa de Guadalupe en el Caribe.
Después de un confinamiento férreo de dos meses, que ayudó a frenar la pandemia, los contagios se han vuelto a disparar desde hace unas semanas en Francia, donde más de 32.000 personas han muerto de covid-19.
Solo en las últimas 24 horas se han registrado en el país 12.565 nuevas infecciones y la presión en los hospitales, desbordados durante los peores meses de la crisis en la primavera, está aumentando de nuevo.
*Con información de la AFP.