Italia, el país europeo más afectado por covid-19, registró en marzo de 2020 un aumento del 49,4 % en el número de decesos con respecto a los años 2015-2019, según el primer informe oficial sobre el impacto de la pandemia. En el informe, elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas (Istat) y el Instituto Superior de la Salud (ISS), se confirma que la mayoría de las muertes por coronavirus se registraron en el norte de la península. Según el estudio, el 89 % de los decesos ocurrieron en las zonas de mayor difusión, seguida de una área de difusión media con el 8 % y de otra zona de baja difusión con solo el 3 %.

Para el periodo entre el 20 de febrero —cuando se detectó el primer caso de nuevo coronavirus en Italia— y el 31 de marzo, el aumento de muertes fue de 38,7 %, con 25.354 más respecto a los cinco años anteriores, explica el comunicado conjunto de las dos entidades. Sobre esas 25.300 muertes adicionales, "la mortalidad ‘directa‘, que se podría atribuir a la covid-19 (...), es de cerca de 13.700 decesos", según el comunicado. En lo que concierne las otras 11.600 muertes más "podemos avanzar la hipótesis de tres causas posibles", advierten los expertos, que precisan que están todas de un modo u otro vinculadas con la pandemia. Parte de esas muertes se deben directamente a la covid-19, pero como no ha sido posible certificarlo oficialmente, no comparten en las estadísticas. Otra parte de esas muertes, que tampoco han sido cuantificadas, fue causada por razones "indirectas", es decir, complicaciones causadas por el coronavirus, como la "disfunción renal o cardiaca", explicaron los estudiosos. La tercera parte se refiere a los pacientes que murieron debido a "la crisis del sistema hospitalario", inicialmente colapsado por los pacientes de covid-19 "y el miedo de ir a un hospital en las zonas más afectadas", según el comunicado de prensa. Entre las áreas más afectadas figura Bérgamo, con más de 568 % de muertes en marzo de 2020 en comparación con el promedio de decesos en los 5 años anteriores. También Cremona, con 391 %, Lodi con 371 % y Brescia con 291 %, tres ciudades mártires por la alta propagación del virus.

Istat precisa que todas las cifras se basan en informaciones proporcionadas por 6.866 municipios de los 7.904 que cuenta la península. Hasta el momento, Italia ha registrado casi 29.000 muertes sobre 210.000 contagiados. Según el informe, el 32 % de las muertes registradas es de mujeres en las regiones más afectadas, lo que confirma varias observaciones adelantadas por los médicos. Entre tanto, Italia, primer país en confinar a toda su población, lanzó este lunes un régimen de semilibertad vigilada que queda a merced de la evolución de la pandemia del coronavirus. "Es la hora de la responsabilidad", titula el influyente diario Il Corriere della Sera, al recordar el reto que encaran de ahora en adelante los 60 millones de italianos tras casi 60 días de confinamiento.

"El futuro del país está en nuestras manos", reitera el diario, tal como explicó el primer ministro Giuseppe Conte al ilustrar las nuevas medidas. Unos 4,4 millones de empleados que no pueden teletrabajar se reincorporaron a las obras, los almacenes, las fábricas o las oficinas, manteniendo las distancias incluso en el transporte público que funcionará con una capacidad reducida y donde es obligatorio llevar mascarilla. Los italianos comenzaron también a salir a caminar e incluso a andar en bicicleta y correr. A partir de este lunes es posible visitar familiares, siempre y cuando vivan en la misma región, y se podrá asistir a funerales (hasta 15 personas). Los aeropuertos secundarios de Toscana y Roma fueron autorizados a abrir, una suerte de ensayo general para organizar los controles, aunque Ciampino, a las afueras de la capital, estaba vacío esta mañana. Sin embargo, no habrá colegio para los 8,5 millones de estudiantes, al parecer hasta septiembre, ni pícnics ni fines de semana en la playa. Tampoco museos, comercios minoristas o bibliotecas hasta el 18 de mayo. Ni misa o espectáculo hasta nuevo aviso.

Los bares y restaurantes solo podrán vender comida para llevar. Los certificados de desplazamiento siguen siendo obligatorios.   La incertidumbre ronda en todo el país y se teme el eventual aumento de la curva epidemiológica. "Se lo imploro, no bajen la guardia", suplicó por su parte el jefe de la célula de crisis, Domenico Arcuri. *Con información de la AFP.