La torre Burj Khalifa de Dubái, la más alta del mundo, se iluminará con una nueva luz por cada donación recibida para ayudar a las comunidades más vulnerables de Emiratos Árabes Unidos a luchar contra el coronavirus. El edificio, de 828 metros de altura, forma parte de una campaña lanzada el sábado por el Gobierno de Dubái para repartir 10 millones de comidas a las personas con ingresos más bajos del país. La campaña fue lanzada coincidiendo con el ramadán, el mes de ayuno sagrado musulmán, pero que también es un periodo de meditación, plegarias y actos de caridad.
Por cada donación de diez dírhams (2,7 dólares), el precio de una comida, se encenderá una de las 1,2 millones de luces LED del enorme edificio. Este domingo, menos de 24 horas tras el lanzamiento de la campaña, un recuento en directo en la web de la torre revelaba que ya se habían realizado más de 176.000 donaciones. El rascacielos se ilumina con frecuencia en solidaridad con países que sufren alguna crisis, como los devastadores incendios forestales en Australia, y también por China e Italia, dos países muy afectados por la pandemia dela covid-19.