Cada día surgen nuevas preguntas e inquietudes sobre la pandemia de coronavirus, principalmente sobre sus focos de infección y los efectos que tiene en la salud y que se podrían presentar en un futuro. Durante las consultas médicas que varios doctores y especialistas han realizado durante la cuarentena a través de llamadas telefónicas, para prevenir contagios en los centros de salud en los que se atienden pacientes con covid-19, los profesionales coinciden en que la mayoría de personas preguntan cosas. Por ejemplo, que si salen a tomar el sol por la ventana se van a infectar, que si el coronavirus se adherirá a su ropa y cabello cuando salen al supermercado o si sus mascotas se los puede transmitir.
Además, en internet siguen circulando noticias falsas y teorías sin estudiar que han generado malentendidos y pánico colectivo, especialmente en este momento en que Colombia presenta un pico respiratorio. El país ya registra 4.149 casos de contagio y 196 muertes, según el Ministerio de Salud. Parte de los enfermos por la covid-19, además de tener síntomas respiratorios y generales como fiebre, tos, dolor en el pecho y debilidad, también han presentado síntomas gastrointestinales como diarrea y dolores tipo cólico. Por lo tanto, en su materia fecal se ha evidenciado el ARN del SARS-CoV-2, es decir, el material genético del coronavirus.
Con esto, recientemente el diario estadounidense New York Post citó a dos médicos australianos que participaron en un pódcast en vivo sobre el coronavirus y aseguraron que están analizando si la covid-19 puede ser transmitida de unos a otros a través de las flatulencias. Aunque no tienen ninguna teoría que sustente su hipótesis, los trabajadores de la salud indicaron que los gases intestinales tienen partículas de heces, por lo que una persona contagiada probablemente sí podría propagar el virus por esa vía. Sin embargo, esto es falso y no se ha comprobado en ningún estudio o investigación.
La revista y base de datos médica New England Journal of Medicine, publicada por la Sociedad Médica de Massachusetts, ha señalado que, aunque sí se han registrado pocos casos con esta evidencia, la transmisión de la covid-19 por vía fecal no suele ser una fuente muy importante. La que más se ha estudiado y documentado es la respiratoria. “Si bien se ha detectado ARN del SARS-CoV-2 en las heces y la sangre, ni la transmisión fecal-oral ni la transmitida por la sangre parecen ser fuentes importantes de infección”, indicó la revista médica, la cual además agregó que tampoco “hay evidencia que sugiera que los animales sean una fuente importante de transmisión”. New England Journal of Medicine asegura, a su vez, que las rutas convencionales de transmisión del SARS-CoV-2 consisten principalmente en “gotitas respiratorias y contacto directo”, lo que refuerza la idea de la cuarentena como la medida ideal para protegerse del virus.
La médico cirujano general de la Fundación Universitaria Juan N.Corpas, Laura Katherine Rodríguez Prieto, desmintió que el coronavirus pueda transmitirse a través de flatulencias y señaló para SEMANA que el medio de transmisión principal es el respiratorio. No obstante, manifestó la importancia de seguir las recomendaciones que se vienen manteniendo con respecto al adecuado lavado de manos y la limpieza de los artículos que portamos fuera de casa, para evitar cualquier riesgo. “Si en algún momento una persona entra al baño y no se realizó su adecuada higiene personal, y posteriormente toma con sus manos algún tipo de artículo o incluso un alimento y lo comparte con alguien más, sí podría haber un riesgo, pero no solo por coronavirus. Esa es la vía de transmisión, no es por gases ni por otras partes”, manifestó la médica.
En un artículo publicado a finales de febrero y titulado como ‘Características clínicas de la enfermedad por coronavirus 2019 en China‘, New England Journal of Medicine indicó que todavía se debe entender más al virus para dar con otras respuestas, entre estas si la transmisión fecal es relevante. “Debido a que el SARS-CoV-2 puede detectarse en el tracto gastrointestinal, la saliva y la orina, estas rutas de transmisión potencial deben investigarse”, señala el artículo.