Médicos que conforman el Team Covid de los diez hospitales agrupados en el sistema de salud de la Emory University de Atlanta, Estados Unidos, afirman haber hallado un extraño problema en la sangre de pacientes con coronavirus.

Según reportaron los galenos, a pesar de que a los pacientes les habían suministrado anticoagulantes, continuaban desarrollando inusuales coágulos. “Fue el momento en que supimos que teníamos un gran problema”, dijo Craig Coopersmith, jefe del equipo. Por lo tanto, los médicos señalaron que ante el preocupante hallazgo, analizan la posibilidad de suministrar anticoagulantes preventivos a quienes presentan un estado de salud estable y permanecen en sus respectivas viviendas recuperándose del brote.

“El problema que tenemos es que, si bien entendemos que hay un coágulo, todavía no entendemos por qué hay un coágulo. No lo sabemos y por lo tanto, tenemos miedo”, dijo a The Washington Post el doctor Lewis Kaplan, médico de la Universidad de Pensilvania y jefe de la Sociedad de Medicina de Cuidados Críticos. Ante este panorama, académicos de universidades de los Estados Unidos como Tufts, Yale-New Haven, The University of Pennsylvania, Brigham and Women y Columbia-Presbyterian, entre otras, analizan si este hallazgo médico estaría relacionado con la cantidad de muertes en viviendas de pacientes contagiados en ese país.

Sin embargo, parece indicar que en Italia y en China se habrían presentado casos similares con los pacientes de covid-19, pero dicho fenómeno no habría sido tenido en cuenta. “Una de las teorías es que una vez que el cuerpo está tan comprometido en una lucha contra un invasor, el cuerpo comienza a consumir los factores de coagulación que pueden provocar coágulos de sangre o sangrado. En el ébola, el equilibrio era más hacia el sangrado. En la covid-19, hay más coágulos de sangre", dijo Harlan Krumholz, especialista cardíaco en el Centro Hospitalario Yale-New Haven.

“Hay mucha especulación. Esa es una de las cosas frustrantes de este virus. Todavía estamos en mucha oscuridad", concluyó Krumholz.