Varios medios en India dieron a conocer la historia de Aslam Babam, un líder espiritual que aseguraba tener en el poder de curar enfermedades, entre ellas el coronavirus. El problema es que su método de curación consistía en besar las manos de quienes iban por ayuda, con lo que violó por completo los protocolos de bioseguridad y llegó a contagiar a por lo menos 20 personas.  Al hombre se le confirmó el pasado 4 de junio que su prueba de covid-19 había dado positivo y tan solo un día después falleció por complicaciones en su estado de salud. Gaurav Tiwari, jefe de policía de la ciudad de Ratlam, estado indio de Madhya Pradesh, anunció ante la prensa que de inmediato más de 50 personas que estuvieron en contacto con él fueron rastreadas y puestas en aislamiento obligatorio.

De hecho, las autoridades sanitarias informaron que otros 150 habitantes de las zonas aledañas de donde vivía el fallecido fueron confinadas tras el brote por el irresponsable comportamiento del líder espiritual; también, se esperan los resultados de las pruebas de coronavirus que les practicaron a sus clientes, entre los que se encuentran algunos familiares. Las autoridades indicaron que, de no haber fallecido, Aslam Babam tendría que pagar por violar las reglas que se impusieron para combatir el coronavirus y por haber puesto en riesgo a tantas personas, quienes violaron la cuarentena y creyeron falsos rumores sobre la covid-19. No solo en India, sino en el resto del mundo, se hace el llamado a únicamente confiar en informaciones oficiales.

Cifras oficiales de la Universidad Johns Hopkins apuntan que India es el cuarto país con más reportes de coronavirus en el mundo, con 343.091 casos, y el octavo con más fallecimientos por la enfermedad: 9.900. Esto refleja la grave crisis sanitaria que ha enfrentado, además de la escasez de camas de hospital y personal sanitario. La epidemia del coronavirus ha representado un peligro directo en el país en donde más de medio millón de personas se contaminan cada año por enfermedades favorecidas por las lluvias, como el dengue y el paludismo, infecciones que presentan síntomas casi idénticos a los de la covid-19: fiebre, dificultad para respirar, pérdida de apetito, entre otros.