Este martes se conoció que una trabajadora de salud vacunada contra el coronavirus en Florida, Estados Unidos, dio a luz a una niña que, según los médicos, nació con anticuerpos contra la enfermedad.
Según lo que indicaron los medios locales, este sería el primer caso del que se ha informado hasta el momento en el mundo. La mamá de la niña, de 36 semanas de embarazo cuando recibió la primera dosis de la vacuna de laboratorios Moderna, es trabajadora de salud y hace parte del cuerpo de atención de primera línea de la lucha contra la covid-19.
Los pediatras Paul Gilbert y Chad Rudnick le aseguraron al canal televisivo WBPF de Palm Beach (sureste de EE. UU.) que la menor nació tres semanas después de aplicada la dosis y que luego del nacimiento realizaron un análisis al cordón umbilical y este mostró que había nacido con anticuerpos del virus.
El análisis lo hicieron con el fin de comprobar si la madre le había pasado los anticuerpos, como suele pasar con las vacunas para otras enfermedades, y comprobaron que así había sido, algo que el especialista Rudnick considera importante en la lucha para proteger a los niños de este virus.
“Hasta lo que sabemos, este es el primer caso reportado en el mundo de un bebé nacido con anticuerpos de covid-19 después de la vacunación de su madre”, dijo Gilbert.
Mientras tanto, Rudnick señaló que “este es solo un pequeño caso de lo que van a ser miles y miles de bebés nacidos en los próximos meses de madres que han sido vacunadas” contra la covid-19.
En un artículo publicado por la revista MedRxiv, la cual está pendiente de la publicación de los pediatras floridanos, se advirtió que hay algunos factores que indican que los recién nacidos de madres vacunadas podrían seguir, pese a todo, bajo riesgo de infección.
“Son necesarios más estudios para determinar cuánto tiempo durará esta protección. Hay que establecer qué nivel o cuántos anticuerpos necesita tener un bebé para tener protección”, señaló Rudnick.
Según el experto Gilbert, algunas compañías farmacéuticas están empezando a incluir a las mujeres en gestación en los diferentes estudios sobre la vacunación para aprender aún más sobre la forma como se transmiten los anticuerpos a los bebés.
Preocupación de la Unicef por el desarrollo de los niños en pandemia
Escuelas cerradas, pobreza creciente, matrimonios forzados y depresión: después de un año de pandemia, todos los indicadores que miden el desarrollo infantil y adolescente han retrocedido, un revés que presagia un estigma duradero para toda una generación, advirtió este jueves Unicef.
“Ha aumentado el número de niños que pasan hambre, que están aislados, maltratados, ansiosos, que viven en la pobreza y que se han visto obligados a casarse”, dijo Henrietta Fore, directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en un comunicado emitido al cumplirse un año de que la Organización Mundial de la Salud declarara la pandemia de la covid-19.
Si bien la pandemia ha golpeado sobre todo a adultos mayores, los niños y adolescentes menores de 20 años representan el 13 % de los 71 millones de casos de coronavirus reportados en los 107 países que proporcionaron datos específicos por edad.
En los países en desarrollo, las proyecciones muestran un aumento del 15 % en la pobreza infantil. Entre seis y siete millones más de niños podrían sufrir desnutrición en 2020, un aumento del 14 % que podría traducirse en más de 10.000 muertes adicionales por mes, principalmente en África subsahariana y el sur de Asia.
Para 168 millones de estudiantes en el mundo, las escuelas han estado cerradas durante casi un año. Un tercio de ellos no tiene acceso a la educación en línea.
Como resultado del cierre de escuelas y el empeoramiento de la situación económica, la pandemia podría llevar al matrimonio de 10 millones de niños para 2030, lo que se suma a los 100 millones de niñas que ya se consideraban en riesgo de matrimonio para entonces.
Además, al menos uno de cada siete niños o adolescentes ha pasado la mayor parte del año pasado bajo órdenes de encierro, lo que aumenta la ansiedad, la depresión y el aislamiento.
Por otra parte, el coronavirus también ha provocado la suspensión de las campañas de vacunación contra otras enfermedades, como el sarampión, en 26 países, lo que aumenta las amenazas para la salud de aquellos no inmunizados.