La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, anunció que ha decretado un confinamiento de tres días para el conjunto del país tras descubrirse un caso de origen local de coronavirus, el primero en más de seis meses en esa nación de cinco millones de habitantes. La medida entrará a regir a partir de este martes 17 de agosto en la noche.
Ardern afirmó que Nueva Zelanda no puede correr riesgos con la variante delta, una cepa mucho más contagiosa que las demás, lo “que cambia la situación” y ha obligado a las autoridades neozelandesas a tomar medidas más drásticas para prevenir una posible ola de contagios en las próximas semanas.
Cabe resaltar que ese país ha sido uno de los que menos consecuencias fatales ha registrado por cuenta de la pandemia del coronavirus, pues desde que se inició la emergencia sanitaria solamente ha reportado 300 infecciones y 26 fallecidos, como recoge el portal de noticias Euronews.
“Hemos visto lo que puede ocurrir en otros lugares si no llegamos a controlar la situación. Solo tenemos una oportunidad”, afirmó la primera ministra del país en una intervención televisada, citada por la AFP.
Los anuncios prevén que Auckland y la vecina región de Coromandel también entrarán a confinamientos durante una semana. Ningún confinamiento nacional había sido decretado desde hace mas de un año, además de que la vida de los neozelandeses había retomado gradualmente su curso de forma casi normal.
No obstante, en Nueva Zelanda la campaña de vacunación solo ha permitido que el 20 % de la población esté totalmente vacunada, por lo que las autoridades insisten en que deben mantener las medidas sanitarias de precaución.
Ese país también anunció la semana pasada que mantendrá sus fronteras cerradas hasta el próximo año, aunque confirmó que a comienzos del 2022 permitirá el ingreso sin cuarentena de viajeros vacunados provenientes de países de bajo riesgo.
Las autoridades gubernamentales afirmaron que todavía no están dadas las condiciones necesarias para reabrir las fronteras del país y que esa decisión se tomará a partir del próximo año con “confianza y certidumbre”.
En junio pasado Nueva Zelanda ya había anticipado algunas restricciones en su capital, Wellington, después de que un turista australiano diera positivo por coronavirus tras visitar la ciudad.
Así lo dio a conocer en ese momento el ministro para respuesta ante la covid-19, Chris Hipkins, quien señaló que en la capital se mantendrían la restricciones a reuniones presenciales de más de 100 personas, mientras que las mascarillas volvían a ser obligatorias en el transporte público.
“Siempre hemos tenido planes en marcha para situaciones como esta y es en lo que estamos trabajando ahora”, sostuvo el en ese momento funcionario, tras recomendar a la población que use el tapabocas.
La carrera por la vacunación
Mientras el mundo iba ganando de a poco la batalla contra el coronavirus, gracias a la efectividad de las vacunas, ahora se abre una nueva lucha contra la variante delta, que aunque no ha aumentado la mortalidad de la enfermedad, si ha generado nuevos picos de contagios en gran parte del mundo.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró recientemente que las variantes del coronavirus “están ganando la carrera contra las vacunas” debido a que los países más desarrollados han acumulado la mayoría de dosis para sus habitantes y la distribución global ha sido inequitativa.
El experto advirtió que esa situación está poniendo en riesgo la recuperación económica mundial, luego del fuerte impacto derivado de la emergencia sanitaria que ya ha cobrado la vida de más de 4 millones de personas en el mundo.
Con información de la AFP