La emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus en Italia se ha convertido en una emergencia social. Las autoridades reportaron los primeros saqueos a supermercados en el sur del país, en donde hay casi cuatro millones de personas, y en los que también se han presentado protestas y enfrentamientos entre las autoridades y los ciudadanos que se están quedando sin dinero para subsistir.
Desde el 10 de marzo, Italia inició una cuarentena en medio del dramático aumento de los casos de coronavirus y los miles de muertos diarios que se comenzaron a registrar. Las imágenes de los hospitales llenos; de las personas cantando desde sus balcones; de los médicos y profesionales de la salud atendiendo a los contagiados del covid-19; y los miles de mensajes que los italianos compartían en internet le dieron la vuelta al mundo.
Ahora, luego de casi tres semanas de estar confinados en sus casas, los italianos manifiestan que sus familias tienen hambre y que ya no tienen dinero suficiente para comprar comida ni pagar sus alquileres. Por este motivo, han comenzado a publicar mensajes y videos en las redes sociales en los que se rebelan en contra de las medidas de aislamiento. Bajo la idea de "recuperar lo que nos quitan", se han organizado para ir a los supermercados a abastecerse de víveres y alimentos a como dé lugar. En Palermo, las autoridades tuvieron que intervenir en el momento en que los ciudadanos, con sus carritos llenos de productos, comenzaron a protestar a las afueras de un supermercado de la ciudad y se negaban a pagar por los alimentos. "Basta de estar en casa, no tenemos dinero para pagar, tenemos que comer", le gritaban a la policía. Asimismo, en otros almacenes de la ciudad otros grupos intentaron asaltar los establecimientos.
De hecho, el alcalde de Palermo, Leoluca Orlando, advirtió que las mafias locales se aprovechan de la situación para dirigir las revueltas, por lo que indicó a los ciudadanos denunciar a las mafias y a aquellos que promueven la violencia. En la ciudad hay por lo menos 1.800 familias registradas por debajo del nivel de pobreza. La provincia de Nápoles también vive una situación crítica. Allí se han disparado los atracos en las calles y los asaltos a farmacias. Varios de los habitantes de esta zona han denunciado que ya no pueden salir a comprar víveres a los supermercados, porque cuando salen de allí con sus bolsas son robados antes de llegar a sus casas.
Los italianos saben que todavía falta lo peor, se preparan para el día en que termine la cuarentena y aseguran que habrá caos en todo el país, aunque probablemente el Gobierno decrete una prórroga.
Ante la crisis en Italia, Giuseppe Conte, presidente del Consejo de Ministros de Italia, informó que el Gobierno anticipará 4.300 millones de euros para los ayuntamientos y que se destinarán otros 400 millones para suministrar alimentos y entregarlos a las personas más pobres. “No vamos a dejar a nadie solo, abandonado, sobre todo en estos momentos en el que toda la sociedad sufre, pero hay gente que sufre más”, explicó Conte. Según las cifras más recientes, Italia registra 92.472 casos de contagiados del covid-19, pandemia que ha causado también la muerte de 10.023 personas.