La Corte Suprema de Estados Unidos volvió a poner en espera una controvertida ley que prohíbe a las redes sociales “censurar” las publicaciones basadas en puntos de vista.

La ley amenaza con convertir en delito el freno que las redes pongan a las expresiones de odio o intolerancia en línea que señale publicaciones cuya falsedad sea demostrable. Los políticos conservadores acusan a Facebook, Twitter y otras plataformas de acallar sus voces.

Las redes sociales argumentan que las decisiones de moderación de contenidos se basan en factores como los riesgos de daños que estos puedan causar en el mundo real.

El expresidente Donald Trump fue vetado de Facebook y Twitter luego de que una multitud de sus partidarios atacaran el Capitolio el 6 de enero de 2021, en un intento de prevenir que su sucesor Joe Biden fuera confirmado por el Congreso.

Varias personas murieron durante la asonada y había preocupación por la manera en que Trump pudiera usar las redes sociales para incitar a más violencia.

La ley del estado de Texas en cuestión prohíbe a las plataformas con más de 50 millones de usuarios vetar perfiles con base en puntos de vista políticos.

La asociación de comercio NetChoice, entre cuyos miembros figuran Amazon, Facebook y Google, desafiaron dicha ley y convencieron a una corte federal en Texas para evitar su aplicación hasta que se resuelva si entra en conflicto con la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.

Una corte de apelaciones falló a favor del estado de Texas, por lo que el asunto llegó a la Corte Suprema, que respaldó la decisión original de poner en espera la ley mientras se decide si esta debe desecharse por completo.

Ahora el caso vuelve a un tribunal del distrito de Texas para evaluar los argumentos y determinar la constitucionalidad de la ley.

En su decisión original, la corte de distrito dijo que las redes sociales tenían derecho de moderar los contenidos, y que una disposición en contra de las etiquetas de advertencia de desinformación incluso arriesgaba violar el derecho a la libertad de expresión de las compañías de internet.

“La ley de Texas viola la Primera Enmienda porque obliga a las redes sociales a publicar contenidos que no quieren publicar y porque les evita responder a las publicaciones con las que están en desacuerdo”, aseguró el abogado Scott Wilkens, del Instituto de la Primera Enmienda de la universidad de Columbia.

Barack Obama pide regular las redes sociales

Aunque fue elegido con el respaldo de las redes sociales, el expresidente estadounidense Barack Obama pidió el jueves regularlas y acusó a las grandes plataformas de haber amplificado “los peores instintos de la humanidad”.

“Una de las mayores causas del debilitamiento de las democracias es el profundo cambio en nuestras maneras de comunicarnos e informarnos”, declaró ante estudiantes de Stanford, universidad en el corazón de Silicon Valley, en California.

El líder demócrata reconoció que “no habría podido ser elegido” sin sitios como MySpace o Facebook, y mencionó el trabajo benéfico de sensibilización y de movilización realizado por militantes en el mundo entero, por medio de las redes sociales.

Pero detalló sobre todo el lado oculto del éxito de Facebook o YouTube, cuyo modelo económico –publicidad dirigida a gran escala– reposa sobre la economía de la atención. “Lastimosamente, son los contenidos incendiarios, polarizantes que atraen la atención y motivan la participación” de los usuarios, anotó.

El exjefe de Estado (2009-2017) también habló de la desinformación y lamentó no haberse dado suficientemente cuenta de “hasta qué punto nos habíamos vuelto receptivos a las mentiras y a las teorías del complot” antes de la elección de Donald Trump, que le sucedió en el cargo.

“Putin no hizo eso. No lo necesitó. Nos lo hicimos a nosotros mismos”, agregó al evocar las campañas de manipulación de electores orquestadas desde Rusia.

“Acabamos de ver a un presidente en ejercicio negar resultados electorales claros y ayudar a incitar una insurrección violenta contra la capital de la nación”, deploró, en referencia al no reconocimiento de parte de Trump de la victoria de Joe Biden en 2020, y el asalto al Capitolio perpetrado por sus partidarios el 6 de enero de 2021. “Esto debería ser nuestra llamada de atención para reaccionar”, dijo Obama.

*Con información de la AFP.