Los tres cosmonautas rusos que hicieron parte de la misión que llegó a la Estación Espacial Internacional, sorprendieron por el color de sus uniformes, amarillo con detalles azules, que coincide con los de la bandera de Ucrania.
Esta situación llamó la atención en medio de la invasión de Rusia a Ucrania, lo que llevó a la Corporación Espacial Estatal, Roscosmos, a expedir una declaración, en la que negó que los cosmonautas estuvieran mostrando apoyo a los ucranianos.
“A veces, el amarillo es solo amarillo”, señaló el organismo a través de su cuenta en Telegram.
Y agregó: “Los trajes de vuelo de la nueva tripulación están hechos con los colores del emblema de la Universidad Técnica Estatal Bauman de Moscú, de la que se graduaron los tres cosmonautas... Ver la bandera ucraniana en todas partes y en todo es una locura”.
Según informó la BBC, el momento del arribo de los cosmonautas Oleg Artemyev, Denis Matveyev y Sergey Korsakov, quienes estarán en la EEI un poco más de seis meses, fue transmitido en vivo por la NASA y la agencia rusa Roscosmos.
“Entrada en la ISS de la tripulación de la Soyuz MS-21 tras un acoplamiento exitoso”, indicó en su cuenta de Twitter Dianel Marin al publicar el video del hecho.
Los tres cosmonautas rusos despegaron en la víspera (viernes) desde una base en Kazajistán en un cohete Soyuz rumbo a la Estación Espacial Internacional donde fueron recibidos por un equipo de dos rusos, cuatro estadounidenses y un alemán.
Hasta hace poco, la cooperación espacial entre Rusia y los países occidentales era una de las pocas áreas que no había sufrido demasiado las sanciones decretadas contra Moscú tras la anexión en 2014 de la península ucraniana de Crimea.
Sin embargo, habían empezado a surgir tensiones, especialmente después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, nombrara al nacionalista Dmitry Rogozin como jefe de la agencia espacial rusa Roscosmos en 2018.
Este último muestra regularmente su apoyo a lo que Rusia llama “una operación militar especial” en Ucrania.
“¡Los nuestros! Por primera vez desde hace muchos años, es una tripulación completamente rusa”, se congratulaba en Twitter horas antes del lanzamiento.
Recientemente, aseguró que las sanciones occidentales introducidas contra Moscú por Ucrania podrían provocar la caída de la ISS.
Según él, el funcionamiento de las naves rusas que abastecen a la ISS se verá afectado por las sanciones, lo que afectará al segmento ruso de la estación.
En consecuencia, esto podría provocar “‘el amerizaje’ o el ‘aterrizaje’ de la ISS con un peso de 500 toneladas”, advirtió el 12 de marzo.
Los propulsores de las naves rusas atracadas en la estación se utilizan para corregir la órbita de la estructura espacial.
Este procedimiento que se realiza diez veces al año para mantenerlo en la altitud adecuada, o para evitar la basura espacial en su camino.
Los estadounidenses por sí solos no tienen esta capacidad, confirmó el pasado lunes Joel Montalbano, director del programa de la estación para la NASA.
“La Estación Espacial fue diseñada sobre el principio de la interdependencia (...) no es un proceso en el que un grupo pueda separarse del otro”, añadió.
“En la actualidad, no hay indicios de que nuestros socios rusos quieran hacer las cosas de manera diferente. Por lo tanto, planeamos continuar con las operaciones como lo hacemos hoy”, señaló.
Medalla rechazada
Rogozin también tuvo un rifirrafe virtual con el multimillonario Elon Musk, fundador de la compañía espacial SpaceX, quien desafió a Vladimir Putin el lunes ofreciéndole en Twitter una “pelea de hombre a hombre” con Ucrania como apuesta.
“Elon, sal del baño para que podamos hablar un poco”, tuiteó Rogozin, refiriéndose a un mensaje del magnate estadounidense en el que dijo que escribe al menos el 50 % de sus tuits en su “trono de porcelana”.
A bordo de la ISS, los cosmonautas rusos y los astronautas estadounidenses evitaron hablar sobre el conflicto que ya se ha cobrado miles de vidas y ha provocado una de las mayores crisis de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
El astronauta Mark Vande Hei se convirtió en objeto de una chanza rusa: Roscosmos publicó un video diciendo que el estadounidense podía permanecer en la ISS en lugar de regresar a la Tierra a bordo de un cohete Soyuz el 30 de marzo.
Scott Kelly, astronauta de la NASA cuyo récord de días consecutivos en el espacio fue batido por Mark Vande Hei esta semana, respondía a la broma rechazando una medalla que le otorgó el gobierno ruso.
Último encontronazo en la cooperación espacial, la Agencia Espacial Europea (ESA) anunció el pasado jueves que suspendía la misión ruso-europea ExoMars y que busca alternativas para el lanzamiento de otras cuatro misiones debido a la ofensiva en Ucrania.
Dmitri Rogozin calificó de “amargo” este hecho y aseguró que Rusia podrá realizar sola esta misión en “algunos años”.
Con información de AFP