En esta semana se conocieron avances en varias vacunas, encabezadas por la de la Universidad de Oxford y AstraZeneca que dio a conocer unos primeros resultados muy esperanzadores. Sin embargo, la OMS ha hecho un llamado a la calma señalando que aún falta tiempo para que estas vacunas sean utilizadas. Mike Ryan, director de Emergencias Sanitarias de la OMS, manifestó que los resultados que se han producido hasta ahora con las vacunas apuntan a que no sean utilizados en la población genetal hasta “la primera parte de 2021”, “Hay que ser realistas en cuanto a los tiempos. No importa cuánto intentemos acelerar el proceso, tenemos que estar seguros de que una vacuna es segura y efectiva, y esto toma su propio tiempo”, dijo Ryan.
El funcionario señaló que a pesar de los estragos de la pandemia no se pueden tomar riesgos con respecto a la seguridad de la salud de las personas por lo que las vacunas necesitan superar todas las medidas de seguridad necesarias. “Estamos apurando las cosas todo lo que se puede, pero esto no significa bajo ninguna circunstancia que vamos a tomar atajos en lo referido a la seguridad”, agregó el funcionario. Mientras tanto, María Von Kerkhove, jefe de la entidad para la pandemia, manifestó que no hay hay que tener expectativas desmesuradas y tener la creencia de que la vacuna será una solución absoluta. Otro de los cuestionamientos que expresó la especialista es que hay que establecer el tiempo de inmunización que generan las vacunas y este proceso toma tiempo. Los laboratorios estadounidenses Pfizer, Merck y Moderna dijeron el martes que, en caso de lograr la vacuna contra el nuevo coronavirus, no la venderán a precio de costo, durante una audiencia en el Congreso de Estados Unidos. Por el contrario, Johnson & Johnson y AstraZeneca se han comprometido a vender inicialmente sus vacunas sin obtener ganancias. Varias compañías han recibido subvenciones de cientos de millones de dólares del gobierno de Estados Unidos u otros países, pero estos acuerdos no siempre vienen con cláusulas que limitan el precio máximo de las dosis. "No venderemos al costo", dijo el presidente de Moderna, Stephen Hoge, en respuesta a una pregunta de un congresista. Esta compañía de biotecnología ha desarrollado una de las vacunas experimentales más avanzadas, cuyos ensayos de fase 3 comenzarán la próxima semana en 30.000 voluntarios.
La empresa recibió 483 millones de dólares del dinero público de Estados Unidos para financiar la investigación y el desarrollo, pero sin un contrato de suministro para el país, dijo Hoge. "No, no venderemos a precio de costo", dijo también Julie Gerberding, de Merck, que no tendrá ninguna vacuna lista hasta 2021 al menos, y no firmó ningún contrato de suministro con Washington. "Este es un momento extraordinario y nuestro premio lo reflejará", agregó John Young, de Pfizer. "Durante la pandemia, fijaremos el precio de nuestra vacuna potencial teniendo en cuenta la actual emergencia sanitaria mundial". Pero AstraZeneca, socio de la Universidad de Oxford en el desarrollo de una de las vacunas más avanzadas en este momento, ya en ensayo de fase 3, firmó un contrato por 1.200 millones de dólares con la agencia Barda del gobierno de Estados Unidos, que prevé la entrega de 300 millones de dosis a precio de costo. La Unión Europea firmó un contrato similar en junio. Johnson & Johnson, también financiado por la llamada operación "Warp Speed" de la Casa Blanca (456 millones de dólares), dijo por su parte que el precio de más de 1.000 millones de dosis no les dejaría ganancias durante la fase de emergencia de la pandemia.
*Con información de AFP.