Rusia es el segundo país del mundo con más contagios por coronavirus, pero ocupa el puesto 18 en número de muertes y el 58 en decesos por cada millón de habitantes. ¿Es por una buena gestión o se debe a una manipulación de las cifras?, se preguntan los expertos. He aquí algunas respuestas, en tanto algunos medios acusan de falsear el balance real al Gobierno, cosa que éste desmiente categóricamente.  ¿Muertes ocultas? Aunque los datos demográficos en Rusia de los primeros cuatro meses del año no están disponibles, los de Moscú sí. La capital, foco principal de la epidemia, registra 130.716 infectados sobre 252.245 y 1.290 muertes de 2.305 al 14 de mayo.  La mortalidad se mantuvo estable durante el primer  trimestre respecto al año anterior, pero en abril aumentó (18%), con 11.846 decesos, contra 10.005 en el mismo mes de 2019. La diferencia, o sea, 1.841 más, es muy superior a las 639 muertes por covid-19 registradas oficialmente en Moscú durante abril. 

No obstante, solamente estas cifras estadísticas no constituyen una prueba de manipulación puesto que se constataron incrementos de mortalidad similares en enero de 2019, marzo de 2018 y enero de 2017. Estadísticamente, "comparar los índices de mortalidad en una dinámica mensual no ilustra una tendencia indiscutible", argumenta el Departamento de Salud moscovita, que rechaza cualquier manipulación de datos. Además, en muchos otros países hubo un aumento de la mortalidad no atribuida a covid-19. Pero, incluso considerando el aumento de decesos de abril en la capital, la mortalidad por coronavirus sería baja. La Representante de la OMS en Rusia, Melita Vujnovic, excluyó ante la televisión "una subevaluación deliberada".

Cómo contabiliza Rusia Sin embargo, Rusia tiene una manera específica de contabilizar los decesos.  Serguei Timonin, demógrafo en la Escuela superior de economía, destaca que al 70% de los muertos en Rusia se les practica autopsia, "lo que quiere decir que si un paciente con covid-19 fallece por un infarto, se contabiliza como muerte por infarto". En tanto, en otras partes del mundo se considera un deceso por coronavirus. El impacto de las pruebas En Rusia se han realizado pruebas masivas para detectar la enfermedad. Unos seis millones en total, mientras otros países las han dosificado. A mayor número de pruebas, más casos detectados. Uno de los objetivos es aislar a los infectados asintomáticos, que en Rusia alcanzan al 46,5% del total.  Demografía "Nuestra población es más joven que la de Italia o Alemania", destaca Timonin, siendo la edad un factor clave en la mortalidad por covid-19. En Rusia, los mayores de 65 años representan el 14,6% de la población, contra 23% en Italia y 19,3% en España.  En Italia, el 39% de pacientes supera los 70 años y constituyen el 79% de decesos. En España, representan el 50% de hospitalizados y 86% de las muertes.

Rusia no publica este tipo de estadísticas. Pero, en Moscú con un gran incremento de infectados desde el 1 de mayo, solo el 16% tiene más de 65 años. Según las autoridades, esto se debe al confinamiento estricto de la población con mayor riesgo. Pero, Rusia cuenta con poca infraestructura para personas mayores o minusválidas, solo 290.000 plazas para 146 millones de habitantes (2018), por lo que contabilizar los decesos entre esa parte de la población es más complicado. En Francia hay 700.000 (2015) para 67 millones de habitantes. Casi 10.000 muertes sobre 27.000 fueron constatadas en ese "estrato" específico.  Reorganización Rusia explica su baja mortalidad por la reorganización de su sistema sanitario, dado que la epidemia llegó más tarde que a Europa occidental. "Gracias a las medidas tomadas a tiempo, hemos podido salvar miles y miles de vidas", destaca Vladimir Putin. Oficialmente, las camas adaptadas a pacientes de covid-19 aumentó de 29.000 a 130.000. Sin embargo, muchos médicos han señalado la escasez de recursos, en particular de equipos de protección, sobre todo fuera de Moscú.