Mientras las autoridades sanitarias y científicas en el mundo trabajan sin descanso para hacerle frente a la covid-19 y conocer su origen, ya se empieza a nombrar a la covid-26 y covid-32, algo que sin duda no deja de ser muy preocupante, pues el coronavirus deja hasta el momento 3.558.160 fallecidos y 171.095.267 contagiados.

A propósito, Peter Hotez, codirector del Centro para el Desarrollo de Vacunas del Hospital Infantil de Texas, dijo en ‘Meet the press’ de NBC que no saber cómo comenzó la pandemia pone al mundo en riesgo de futuros brotes. Y fue más allá, lanzando una seria advertencia: “Habrá covid-26 y covid-32 a menos que comprendamos completamente los orígenes de la covid-19”.

Además, Hotez indicó que se debería permitir a los científicos realizar una investigación a largo plazo en China y tomar muestras de sangre de humanos y animales.

“Necesitamos un equipo de científicos, epidemiólogos, virólogos, ecologistas de murciélagos en la provincia de Hubei durante un período de seis meses y un año”, agregó el investigador estadounidense.

Entre tanto, Scott Gottlieb, comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos de la administración Trump, que ahora forma parte de la junta de Pfizer, recordó que ha aumentado la información que respalda la teoría de que el virus SARS-CoV-2 puede haber escapado de un laboratorio en Wuhan, China.

Por lo tanto, para ambos destacados expertos en enfermedades en Estados Unidos, el mundo necesita la cooperación del régimen chino para rastrear los orígenes de la covid-19 y prevenir futuras amenazas pandémicas.

Llama la atención que el pasado miércoles, Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, ordenó el pasado miércoles a las agencias de inteligencia de su país que le informen, en los próximos tres meses, sobre si la covid-19 surgió por primera vez en China de una fuente animal o de un accidente de laboratorio.

Las agencias deben “redoblar sus esfuerzos para recopilar y analizar la información que podría acercarnos a una conclusión definitiva, e informarme en 90 días”, dijo Biden en un comunicado difundido por la Casa Blanca.

Según el mandatario, las agencias están actualmente divididas sobre las dos posibles fuentes del virus que ha conmocionado al mundo desde el año pasado, y cobrado la vida de más de 3,4 millones de personas, una cifra que los expertos dicen que es una subestimación.

La orden de Biden supone una escalada en la creciente controversia sobre cómo surgió el virus por primera vez: por contacto con animales en un mercado de Wuhan, en China; o por la liberación del coronavirus desde un laboratorio de investigación de alta seguridad en la misma ciudad.

La respuesta tiene grandes implicaciones tanto para China, que dice no ser responsable de la pandemia, como para la política estadounidense, donde la teoría del laboratorio ha sido utilizada por los opositores republicanos para atacar a Pekín.

Tras el anuncio de Biden, la Embajada de China en Estados Unidos señaló que las investigaciones sobre el origen del coronavirus únicamente “socavan la lucha contra la pandemia”. En un comunicado, las autoridades del país asiático indicaron el jueves que “algunas fuerzas políticas se han centrado en la manipulación y el juego de culpas”.

A medida que la Organización Mundial de la Salud (OMS) se prepara para comenzar la segunda fase de estudio sobre el origen del coronavirus, China ha estado sometida a una mayor presión para ofrecer acceso a las delegaciones ante las acusaciones de que el virus salió de un laboratorio de la ciudad de Wuhan.

Vale destacar que Washington se encuentra revisando su posición diplomática con China en cuestiones como el comercio, la tecnología o los derechos humanos, mientras intensifica los esfuerzos para crear con sus socios occidentales un frente diplomático contra la supuesta agresión china.