Medios estadounidenses han puesto en evidencia la ocurrencia de un fuerte error que podría haber ‘puesto en jaque’ a la seguridad nacional de ese país por cuenta de la exposición indebida de datos privativos del Pentágono.
El caso, según refieren medios locales, no corresponde a la situación actualmente investiga en torno al retiro de documentos ultrasecretos por parte del expresidente Donald Trump y el caso de Mar a Lago, sino, por el contrario, se refiere a un escenario que podría ser aún más sensible, en tanto no reviste solamente la extracción de la información, sino también su entrega en manos de personas o entidades que podrían haberla empleado para hacer daño al país.
El error referido por medios locales en Estados Unidos señala la existencia de una brecha de seguridad en la forma en la que se compartía, por décadas, la información interna en el Gobierno, donde un fallo en la escritura de una dirección de mail, permitió que correos electrónicos que contenían datos sensibles y de uso ultrasecreto, terminaran en manos de personas en Malí, un país que se considera aliado de Rusia.
Esta situación quedó en evidencia a través de la confirmación del error por parte de fuentes del propio Departamento de Defensa de Estados Unidos, que, en declaraciones conocidas el pasado lunes 17 de julio, dio a conocer la existencia del error, explicando que este se debió a que no se digitó ‘una letra’ en una dirección de correo electrónico, haciendo que los mensajes se remitieran a una dirección ‘.ml’, y no ‘.mil’; dirección asociada a las Fuerzas Militares.
En ese sentido, el Pentágono explicó que por décadas estuvo enviando mal el correo, llegando entonces a destinos en Malí; país al que corresponde la referida terminación empleada.
De tal modo, el Departamento de Defensa de Estados Unidos puso en evidencia que por décadas estuvo entregando información sensible a Malí, uno de los aliados más fuertes del régimen de Vladimir Putin en África.
¿Qué tan grave es la situación?
Frente al particular, la entidad de Defensa de Estados Unidos refirió que podría tratarse de un error de los más altos niveles en la medida en que es estos correos que por error fueron enviados a Malí, se entregaban datos muy secretos, como contraseñas, y otras informaciones demasiado confidenciales referidas a registros médicos, agendas de altos funcionarios, recomendaciones de seguridad, e incluso mapas o planos de las mismas instituciones militares de más alto nivel en Estados Unidos.
Sin embargo, según las propias autoridades, uno de los factores que podría haber servido para que no quedara en evidencia el error, es que estos correos nunca se marcaron con el carácter de ‘confidencial’, lo que podría no haber despertado la intriga o alarma por parte de los destinatarios a los que llegó.
De acuerdo con medios locales en Estados Unidos, contada la cadena CNN, dentro de la información compartida recientemente se encontraba incluso una serie de indicaciones para el jefe de personal del Ejército, el general James McConville, entre las que se incluían datos personales sobre su viaje del mes de mayo a Indonesia.
En consecuencia, el Pentágono lamentó lo ocurrido, y señaló que se trata de un tema de alta sensibilidad para seguridad nacional de su país, por lo que es una cuestión que asumen con la más alta seriedad y responsabilidad, señalando que, de una u otra forma, se trata de una filtración o divulgación ‘no autorizada’ de información no clasificada, que podría poner en ‘jaque’ la seguridad de su país.
Un dato aún más sensible
Si bien el Departamento de Defensa de Estados Unidos posee un equipo de inteligencia que debería haberse dado cuenta de lo ocurrido, un hecho aún más sensible en todo lo que rodea a esta filtración de información es que la grieta de seguridad no fue detectada por Estados Unidos, sino que, por el contrario, sus autoridades se enteraron cuando el empresario holandés Johannes Zuurbier, encargado de la administración de los dominios web de Malí, se percató de la llegada de una serie de correos correspondientes a la información ya descrita.
El empresario señala que se percató del error desde hace cerca de una década, tiempo que lleva en desarrollo del contrato, desde 2013, espacio en el que ha recopilado una larga serie de correos mal dirigidos, reconociendo que en los últimos meses podría haber información muy relevante.
Asimismo, dijo que en vista de lo evidenciado, se dio a la tarea de lograr contactar a las autoridades de Estados Unidos, refiriendo que consiguió hacerlo a través de una carta dirigida a altos funcionarios estadounidenses.
En su carta, el empresario también advirtió que Malí está próxima a entregar esta administración de correos a otra empresa, lo que hace aún más urgente que la situación pueda resolverse para evitar que pueda ser empleada por los adversarios de Estados Unidos.
Este caso sobre la filtración de información sensible trae nuevamente a colación el tema del uso de correos personales para situaciones laborales por parte de algunos funcionarios de entidades gubernamentales; una situación que ya ha sido advertida en el pasado y que incluso sugirió un problema para la entonces secretaria de Estado de la era Obama, Hillary Clinton.
Sobre el particular, el Pentágono ha adelantado campañas orientadas a evitar esos malos usos, y ahora también la ha desplegado para blindar escenarios en los que esta información termine en direcciones o dominios equivocados.
En medio de la alarma generada por los correos mal direccionados, también se cuenta que la información del correo que envió de manera errada la información, es un correo privado, o no pertenece a los dominios oficiales.