El Ejército estadounidense anunció el envío de soldados para reforzar la seguridad en la embajada de Estados Unidos en Haití y permitir la salida del personal no esencial.
Las aeronaves viajaron al recinto de la embajada, indicó el Comando Sur de Estados Unidos, lo que significa que el esfuerzo involucró helicópteros. La comunicación también aseguró que “no había ningún haitiano a bordo de las aeronaves”, una observación que al parecer pretende disipar cualquier especulación de que altos funcionarios del Gobierno haitiano podrían huir en un momento en que empeoran los ataques de pandillas en Haití.
El barrio alrededor de la embajada en la capital, Puerto Príncipe, está controlado en gran parte por pandillas. “Este puente aéreo de personal dentro y fuera de la embajada es consistente con nuestra práctica estándar para aumentar la seguridad de las embajadas en todo el mundo, y no había haitianos a bordo de las aeronaves”, según el comunicado del Comando Sur.
El comunicado del domingo 10 de marzo indicó que Estados Unidos sigue decidido a ayudar a la policía haitiana y organizar algún tipo de despliegue de seguridad autorizado por Naciones Unidas. Pero esos esfuerzos han sido infructuosos hasta ahora.
El asediado primer ministro de Haití, Ariel Henry, viajó recientemente a Kenia para impulsar el despliegue, respaldado por la ONU, de una fuerza policial del país de África Oriental para combatir las pandillas en su nación. Pero un tribunal keniano dictaminó en enero que tal despliegue es inconstitucional.
Por su parte, la Unión Europea anunció que evacuó a su personal de Haití, donde la capital, Puerto Príncipe, atraviesa una grave crisis de seguridad a raíz de una espiral de violencia desatada por pandillas armadas que se enfrentan a la policía.
“Hemos removido al personal de la UE de Haití”, dijo Peter Stano, portavoz de la división diplomática de la Comisión Europea, el brazo ejecutivo del bloque. De acuerdo con el vocero, la UE está “extremadamente preocupada” con la situación en Haití, donde se registraron ataques a hospitales y prisiones, escasez de alimentos e infraestructuras bloqueadas.
“En respuesta al dramático deterioro de la situación, tomamos la decisión de reducir nuestras actividades sobre el terreno y trasladamos al personal de la delegación de la UE en Puerto Príncipe a un lugar más seguro, fuera del país”, dijo Stano.
Hospitales bajo ataque, escasez de alimentos e infraestructuras bloqueadas han llevado a la ciudad a una situación humanitaria cada vez más precaria en Haití. La capital del país más pobre de América vive enfrentamientos entre la policía y las pandillas armadas que controlan grandes porciones de territorio.
Por otro lado, la alianza de naciones del Caribe (Caricom) convocó a enviados de Estados Unidos, Francia, Canadá y las Naciones Unidas a una reunión en Jamaica para abordar el tema de la violencia y la asistencia a Haití.
El vicepresidente de Guyana, Bharrat Jagdeo, afirmó que buscarán “poner orden y restaurar algo de fe en el pueblo de Haití”. “Los criminales se han apoderado del país. No hay gobierno. Se está convirtiendo en una sociedad fallida”, añadió.
Con el caos creciente, se han visto cadáveres tirados en las calles de Puerto Príncipe. “Los habitantes de la capital viven confinados, no tienen a dónde ir”, alertó Philippe Branchat, jefe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
*Con información de AFP y AP.