El crimen en 2021 de la joven de 33 años Sarah Everard sembró la conmoción e indignación en Reino Unido, que sigue presente en la memoria de los británicos. Wayne Couzens ya cumplía una sentencia a cadena perpetua, sin alternativa de pedir la libertad condicional, antes de que este lunes –6 de marzo– se conociera una nueva imputación de cargos por la que se le sentenció a 19 meses más de cárcel.
Al sujeto se le encontró culpable del secuestro, violación y muerte de la inglesa; ahora se le suman otros cargos por presunta exposición de imágenes ‘indebidas’ que habrían tenido lugar, mientras aún ejercía como miembro de la Policía. Los delitos relacionados aluden a fechas previas al asesinato de Sarah Everard y vuelven a elevar la ira sobre las autoridades.
Según CNN, uno de los casos que se le vincula ocurrió a finales de 2020 cuando irrumpió desnudo, mientras se estaba masturbando, en el trayecto de un ciclista en el condado de Kent, Inglaterra. En ese entonces (plena pandemia de nuevo coronavirus), se suponía que el ahora exagente se encontraba adelantando sus funciones por teletrabajo.
También se le acusó de haberles mostrado, en febrero de 2021, sus genitales a los trabajadores de un autoservicio de comidas rápidas cuando aguardaba por un pedido desde su vehículo. Sobre otro caso similar, conectado a junio de 2015, Couzens se declaró inocente y, de acuerdo con CNN, que cita a la agencia PA Media, el expediente se archivó, razón por la que no continuará un proceso sobre ese.
El asesinato de Sarah Everard
En septiembre de 2021, la justicia de Londres dictó cadena perpetua contra el expolicía por hechos acaecidos el 3 de marzo de 2020 cuando, en palabras del juez Adrian Fulford el uniformado terminó una jornada de 12 horas para “cazar a una mujer solitaria para secuestrarla y violarla”.
El diario El Mundo informó que ese día la mujer británica se encontró con una amiga y luego tomó rumbo a su vivienda en un barrio del sur de Londres cuando en su camino apareció el exagente. Según las investigaciones, el sujeto pudo valerse de su posición para arrestarla por presuntamente haber roto las restricciones en medio del nuevo coronavirus.
El medio El Español señaló que quienes presenciaron la ‘aprehensión’ pudieron pensar que se trataba de un procedimiento reglamentario, lejos de imaginarse que era un secuestro. El expolicía condujo hasta el sureste de Inglaterra, concretamente en el condado de Kent, donde las pesquisas concluyeron que la violó y estranguló con un cinturón.
El 10 de marzo, más de una semana después de la desaparición de la mujer, se descubrieron unos restos en un estanque que, posteriormente, resultaron ser de Everard. CNN informó que las autoridades determinaron el 5 de marzo como el día en el que el ahora sentenciado compró gasolina y quemó tanto el cuerpo de la inglesa como sus objetos personales.
“Después de que la Policía derivara evidencias relacionadas con la muerte de Sarah Everard, la Fiscalía (CPS) ha autorizado a la policía a acusar formalmente a Wayne Couzens de asesinato y secuestro”, señaló en su momento la encargada del área de crimen especial, Rosemary Ainslie, según recogió El Español.
El 9 de julio fue la jornada en la que el sujeto se declaró culpable de los hechos durante una comparecencia por videoconferencia desde la prisión de Belmarsh. Entre tanto, el deceso de Everard desencadenó protestas para expresar la ira por la violencia contra las mujeres.