El Gobierno de Nicaragua le ordenó abandonar el país al embajador de Brasil en Managua, Breno de Souza da Costa, en medio de un deterioro de las relaciones bilaterales desde que el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, intentase interceder para lograr la liberación de obispos católicos detenidos.
La decisión de las autoridades de Nicaragua ha estado condicionada después de que el jefe de la misión diplomática no acudiese al acto del 45 aniversario de la Revolución Sandinista del 19 de julio, según ha informado el portal de noticias nicaragüense Divergentes.
Además, el diario brasileño Folha de São Paulo confirmó a través de fuentes diplomáticas que Managua dio la orden de expulsión hace dos semanas aunque sin un plazo concreto, razón por la que el Ministerio de Exteriores brasileño cree que Nicaragua aún puede retirar la mencionada orden, aunque oficialmente ninguna de las dos partes se ha pronunciado.
El Gobierno de Brasil hizo lo mismo y expulsó a la embajadora de Nicaragua en Brasilia, Fulvia Patricia Castro Matu, después de las acciones del régimen contra el representante de Brasil en su país. Esto ha confirmado un notable deterioro en las relaciones bilaterales entre ambas naciones latinoamericanas.
El régimen de Daniel Ortega había anunciado previamente la expulsión de De Souza da Costa después de que el jefe de la misión diplomática no acudiese al acto del 45 aniversario de la Revolución Sandinista del 19 de julio, según informaciones recogidas por el portal de noticias nicaragüense Divergentes.
Tras conocerse la noticia, el presidente de Brasil convocó al ministro de Exteriores, Mauro Vieira, para abordar la situación. Amparándose en el principio de reciprocidad, Brasilia ha decidido finalmente expulsar a Castro Matu, recoge el O Globo.
El distanciamiento entre Lula y el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, quienes llegaron a ser aliados, comenzó a raíz del interés de Brasilia por interceder en la liberación del obispo Rolando Álvarez, que fue condenado a 26 años de cárcel y despojado de su nacionalidad por “traidor a la patria”, para posteriormente ser desterrado al Vaticano.
Expulsión de sacerdotes
El gobierno de Nicaragua anunció este jueves 8 de agosto también que envió al Vaticano a siete sacerdotes que, según la oposición, habían sido detenidos la semana pasada en una nueva ola de arrestos de religiosos de la Iglesia católica.
“Ayer miércoles 7 de agosto salieron de Nicaragua hacia Roma siete sacerdotes nicaragüenses, que han llegado bien y han sido recibidos por la Santa Sede”, dijo la esposa del presidente Daniel Ortega y vicepresidenta, Rosario Murillo, al leer un comunicado.
Los sacerdotes “desterrados al Vaticano” son Edgar Sacasa, Ulises Vega, Marlon Velázquez, Víctor Godoy, Harvin Torres, Jairo Pravia y Silvio Romero, según reportes del portal digital El Confidencial, crítico del gobierno de Ortega y que se edita en Costa Rica.
Los siete formaban parte de un grupo de 13 religiosos que fueron aprehendidos o puestos en prisión domiciliar por la policía nicaragüense hace una semana en Matagalpa, en el norte del país, según el Colectivo Nicaragua Nunca Más.
Con información de AFP y Europa Press*