Corea del Norte lucha permanentemente por salir de la crisis alimentaria en la que ha estado sumido el país en décadas. Ahora la crisis podría ser una excusa para que el dictador del país Kim Jong-Un lleve a cabo una purga entre funcionarios de alto nivel, que incluiría fusilamientos.
Crisis alimentaria de Corea del Norte
El país comunista ha vivido durante años al borde la hambruna. La Marcha del Sufrimiento fue un período de hambruna masiva que confluyó en una crisis económica general, de 1994 a 1998.
En ese momento la hambruna se debió a una suma de factores, que combinaban la mala gestión económica y la pérdida del apoyo soviético tras la caída del muro de Berlín. Esto causó que la producción y las importaciones de alimentos disminuyeran drástica y rápidamente y además, una serie de inundaciones y sequías exacerbaron la crisis.
Se calcula que en ese momento, de una población total de aproximadamente 22 millones de habitantes, entre 240.000 y 3.500.000 norcoreanos murieron de hambre o enfermedades relacionadas con el hambre. Durante este tiempo hubo un aumento en las deserciones de Corea del Norte, que alcanzó su punto máximo hacia el final del período de hambruna.
Nueva crisis
Desde inicio de 2023 se ha hablado de que Corea del Norte podría estar experimentando de nuevo una crisis por la escasez de alimentos, algunos expertos aseguran que el país ha alcanzado su peor momento desde la Marcha del Sufrimiento.
De acuerdo con Lucas Rengifo-Keller, un analista del Instituto Peterson de Economía Internacional en Washington, Estados Unidos, citado por CNN, los datos comerciales, así como las imágenes satelitales, las evaluaciones de las Naciones Unidas y las declaraciones de las autoridades surcoreanas, el actual suministro de alimentos en Corea del Norte “ha caído por debajo de la cantidad necesaria para satisfacer las necesidades humanas mínimas”.
La purga
La inminencia de una fuerte crisis alimentaria estaría incentivando que Kim Jong-Un lleve a cabo una purga de altos cargos, que podría incluir fusilamientos, de acuerdo con el diario The Korea Times.
El primer ministro norcoreano, Kim Tok-hun ha sido fuertemente criticado por el propio dictador, Kim Jong-Un, por su gestión ante las inundaciones de tierras de cultivo. De acuerdo con la Agencia Reuters el propio Kim acusó a su ministro y su equipo de “irresponsable”, frente a los daños causados por las inundaciones, diciendo que había “estropeado” la economía nacional.
El dictador estaría aprovechando la situación para trasladar las culpas de una posible hambruna a los altos mandos del gabinete, el mismo ordenó “descubrir a los órganos responsables y a las personas implicadas ... para castigarlos severamente”.
El analista Oh Gyeong-seob, del Instituto Coreano de National Unification explicó al diario The Korea Times la situación, en estas palabras: “A juzgar por el grado de crítica y enojo de Kim Jong-Un expresado por los medios estatales de Corea del Norte, los responsables de la política económica bien podrían ser ejecutados o enviados a campos de prisioneros políticos”, dijo.
El experto comparó la situación actual con la de la Marcha del Sufrimiento y otro momento en 2009, en que distintas reformas monetarias no tuvieron el impacto esperado. Durante ambas crisis, funcionarios de alto rango fueron ejecutados por el gobierno, aparentemente para aliviar el furor público por la situación.