Una de las más grandes crisis que actualmente enfrenta el mundo se refiere a la difícil situación que se vive Haití debido a la inestabilidad política de ese país, enmarcada en la pobreza, y lo que ello representa en término de ausencia estatal; teniendo un impacto directo en la población que se sume en el abandono, la delincuencia y la miseria.
Precisamente, frente a la difícil situación que se evidencia en ese país, el pasado fin de semana, Unicef; el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia elevó una dolorosa a alerta en la que se advierte que en ese territorio cerca de 2,6 millones de niños y adolescentes requieren de ayuda humanitaria inmediata, advirtiendo las situaciones de pobreza, hambre, abandono y la vulnerabilidad mismo que ello representa para esa población.
En ese sentido, la entidad ha señalado que la acción e intervención internacional inmediata, podría contribuir, si no a controlar el problema total, a intentar frenar el espiral de situaciones infrahumanas que se viven en ese país, y que deriva en la anarquía actual marcada por los disturbios sociales, y la inseguridad.
La advertencia fue elevada por el director para América Latina y el Caribe de Unicef, Garry Conille, en medio de una visita técnica adelantada por el experto a la zona el pasado fin de semana.
Según los estimados de los expertos de Unicef, la actual situación ha referido que el número de niños que está en inminente riesgo en Haití, se hubiera elevado en medio millón, frente a los estimados previos, llegando así a los 2,5 millones de menores en la difícil situación.
Así, además de la violencia misma que se vive en las calles, la inflación, inseguridad alimentaria, y bajas condiciones sanitarias que han derivado en cólera, han significado que la Unicef reitere su llamado frente a la necesidad de extender un salvavidas a los niños de ese país.
En ese sentido, según las declaraciones de Conille, recogidas por los medios internacionales, la Unicef ha calificado la situación actual como “una de las épocas más difíciles para ser niño, niña o adolescente en ese país”, marcando en la historia otro momento reciente de gran crisis; el terremoto de 2010, catástrofe desde la que Haití no logran mejoras, aun cuando la situación previa ya era realmente precaria.
“Los niños, niñas, adolescentes y sus familias están llegando a un punto crítico”, refirió el experto en medio de la difícil situación social, económica y sanitaria que allí se vive, señalando que si la situación podría parecer haber tocado fondo, podría estar aún peor; situación a la que se llegará si los organismos y la comunidad internacional no intervienen de manera inmediata.
Además de la situación económica y salubre, la Unicef ha encendido las alertas frente a al panorama social actual y lo que ello refiere para los próximos años, con las bajas tasas de escolaridad, debido a que la crisis misma obligó a que las escuelas permanezcan cerradas desde hace al menos un semestre, lo que abre las puertas a que los menores se vean aún más inmiscuidos en los escenarios violentos.
Actualmente, la ola de cólera en Haití se estima ha dejado cerca de 500 muertes en todo el país, desde que se decretó el brote de la enfermedad a finales de octubre, siendo la población menor de 10 años la más afectada por la situación.
Lo anterior, en tanto, las estadísticas muestran que, al menos 1 de cada 3 víctimas mortales del cólera en Haití, responden a personas pertenecientes a este grupo etario, de acuerdo con las estadísticas reveladas por la ONU.
En un llamado angustioso, el directivo regiones de la Unicef ha advertido que “más allá de lo que pueda dividir a los haitianos, el futuro de los niños, niñas y adolescentes debería unirnos a todos”, llámando así no solo a la acción conjunta de la misma sociedad de Haití, sino también a la ayuda internacional.
Así, el llamado de la Unicef estuvo encaminado a tomar acción a través de un aumento en la financiación destinada a esta clase de problemas globales.
En ese sentido, se estima que el Fondo de Unicef plantea la consecución de cerca de 210 millones de dólares que le permitan adelantar las acciones necesarias en Haití para el presente año; 2023.
Cómo llamado a las autoridades locales, y a la misma población, las indicaciones desde Unicef estuvieron enmarcadas a enfrentar la violencia de género y la ejercida en contra de la infancia, señalando que los castigos físicos siguen siendo parte de la cotidianidad en ese país.
La crisis de Haití ha llegado a sus peores niveles, después del estado de anarquía que se derivó de la muerte violenta de su primer ministro, Jovenel Moïse a mediados de 2021; acción que estuvo a cargo de mercenarios internacionales.
Desde la ONU también se han elevado llamados ingentes para poner la lupa sobre la situación de ese país, e incluso, su secretario general, Antonio Guterres, ha advertido sobre la necesidad del envío de fuerza extranjera, incluso, no a nombre de la ONU.