El primer ministro de Perú, Alberto Otárola, defendió la necesidad de que la presidenta Dina Boluarte se mantenga en el cargo, porque de no hacerlo “abriría las puertas a la anarquía” en un momento de profunda crisis política y social.
Otárola ha recalcado que Boluarte “no va a renunciar” por su “sentido de alta responsabilidad” y ha enfatizado en el “diálogo democrático” como única salida a la difícil situación que atraviesa el país, con cerca de cuarenta muertos desde que comenzaron las protestas por la detención del expresidente Pedro Castillo.
“La salida es que los peruanos nos entendamos, nos sentemos a conversar y podamos tener un diálogo democrático sobre la base de varias plataformas”, expresó el primer ministro peruano para la cadena Latina Televisión.
“La historia nos juzgará, más adelante verá si lo hemos hecho bien o mal. Mientras tanto tenemos la conciencia absolutamente tranquila”, dijo Otárola, para quien la renuncia de Boluarte sería ceder a las aspiraciones del “pequeño grupo organizado de violentistas” que ha copado las protestas.
En ese sentido, Otárola ha contado haber recibido amenazas por parte de “un grupo pequeño financiado por el narcotráfico y la minería ilegal”, pero, a pesar de ello, subrayó que estos “enemigos del Estado” no podrán poner en duda su apoyo a la presidente Boluarte.
El pueblo no quiere a Boluarte en el poder
Luego de que Dina Boluarte expresara su voluntad de quedarse en el poder a pesar de que las manifestaciones ya han cobrado la vida de al menos 40 personas desde la destitución de Pedro Castillo, una encuesta nacional indicó que una gran parte del país tampoco está de acuerdo con que ella siga en su cargo.
El 71 % de la población peruana rechaza la gestión de la presidenta Dina Boluarte, según una encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), que revela también que el 58 % cree que hubo excesos por parte de las fuerzas de seguridad en la represión de las protestas, frente al 26 % que cree que actuaron adecuadamente.
El estudio depara igualmente una mala nota para el Congreso, que tiene una desaprobación del 88 % y un 9 % de aprobación, ocho puntos más de desaprobación que hace un mes, informa el diario peruano La República, resaltando que, aunque este fue el órgano que Castillo quería disolver para convocar a nuevas elecciones parlamentarias, pero que salió a la delantera y quitó del camino al expresidente, también está siendo duramente juzgado por los nacionales.
En cuanto a las manifestaciones, un 60 % de los peruanos considera justificadas las protestas de diciembre, entre los que un 72 % son jóvenes, mientras el 35 % considera que no tienen justificación. El 50 % se siente identificado con las protestas y el 46 %, no. En este punto vale aclarar que el Congreso de la República ya habilitó un plazo para las próximas elecciones generales, entre tanto, el Gobierno actual quedará a cargo del país.
El 44 % cree que los actores más importantes de las movilizaciones son los grupos de ciudadanos espontáneos u organizados y un 27 % la atribuye a colectivos violentos o vinculados a grupos terroristas. Esta sido una constante durante las protestas, puesto que muchos peruanos han venido indicando que no todas las personas que marchan realizan actos vandálicos, sino que estarían “interceptadas”.
Con información de Europa Press