En este contexto de crisis entre Rusia y Ucrania, Europa acelera su diplomacia. Este viernes fue confirmada la visita a Moscú del presidente francés, Emmanuel Macron, el próximo lunes, y del canciller alemán, Olaf Scholz, el 15 de febrero.

Los dos líderes europeos también viajarán a Kiev, el 8 y el 14 febrero, respectivamente. Francia y Alemania, que fueron los dos mediadores del conflicto entre Ucrania y los separatistas prorrusos apoyados por Moscú, buscarán apaciguar tensiones tras el despliegue de 100.000 soldados rusos a la frontera con Ucrania.

“Hay varios temas en el orden del día. Antes de nada habrá conversaciones sobre las garantías en materia de seguridad” exigidas por Rusia, dijo el portavoz del Kremlin, refiriéndose a la visita de Macron.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que también ofreció su mediación en la crisis ucraniana en una visita a Kiev, acusó el viernes a los países occidentales de “empeorar las cosas”.

A dos meses de la elección presidencial, los esfuerzos del presidente francés, Emmanuel Macron, parecen concentrados en resolver la crisis internacional sobre Ucrania, una mediación que podría influir en su esperada candidatura a la reelección.

Siendo Jefe de Estado de Francia, país que ejerce la presidencia de manera temporal del Consejo de la Unión Europea (UE), candidato no declarado a la presidencial de abril y mediador internacional, Macron multiplicó sus funciones en las últimas semanas.

“Es alguien a quien le gusta correr riesgos, sin contar en todas las ocasiones con las precauciones necesarias”, estima Michel Duclos, exembajador francés y consejero especial en el centro de reflexión Institute Montaigne.

La mediación en Ucrania no es la primera. El mandatario liberal, de 44 años, ya estuvo en el centro de la crisis en 2017 en Libia, en 2019 sobre el programa nuclear de Irán o en 2020, en Líbano, aunque su fuerte implicación fue en vano.

Con la otrora influyente Angela Merkel fuera de juego desde que abandonó en diciembre el poder en Alemania, Macron se ve además como la voz de una Europa que había sido apartada de los primeros contactos sobre Ucrania entre Estados Unidos y Rusia.

“Rusia no quiere hablar con la UE. La nueva coalición en Alemania aún no está asentada. Así que Macron es la voz de Europa en el diálogo con [su par ruso Vladimir] Putin”, resume Tatiana Kastouéva-Jean, del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (Ifri).

Además, Macron, que viajará el lunes a Moscú y el martes a Kiev, “es coherente con todo lo que ha defendido durante su mandato: que Europa sea una potencia y que asuma su destino en mano propia”, abunda Gaspard Estrada, politólogo en Sciences Po.

Para este experto en campañas electorales, esta mediación refuerza además su imagen de líder, “uno de los atributos más valorados” por los franceses según los sondeos, y podría beneficiarle de cara a la presidencial, “pero depende de que esto termine bien”.

Un allegado del presidente francés, que pidió el anonimato, reconoce ese “riesgo”. “Sin duda, es más cómodo para nosotros entrar en campaña. Con Putin, no tienes control sobre nada”, agregó esta fuente, rechazando que se trate de una estrategia de imagen.