La realización de nuevas elecciones sería una de las propuestas que contempla Brasil para solucionar la crisis que se registra en Venezuela tras los comicios fraudulentos del pasado 28 de julio.
Este martes, 13 de agosto, el medio brasileño Valor Económico reveló que Celso Amorín, asesor para Asuntos Internacionales del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, presentó la propuesta de manera informal en el Palacio del Planalto, sede del ejecutivo brasileño.
Según se conoció, la iniciativa aún no ha sido presentada a los gobiernos de Colombia y México, que también buscan una salida negociada a la crisis deja al menos 24 muertos.
Por su parte, el diario Globo manifestó que Lula dijo en una reunión ministerial realizada la semana pasada que el gobernante venezolano, Nicolás Maduro, debería haber tomado la iniciativa de convocar unos nuevos comicios, los cuales serían una especie de “segunda vuelta”.
El mandatario brasileño también habría mostrado preocupación e impaciencia por la situación en el vecino país.
De acuerdo con la publicación, funcionarios cercanos a Lula temen que la posición de Brasil en la crisis venezolana tenga repercusiones negativas en la popularidad del mandatario justo a unos meses de que el país celebre comicios municipales.
Oposición venezolana rechaza nuevas elecciones
En días pasados la líder opositora María Corina Machado dio una entrevista a El País de España, en la que le recordó al régimen que el resultado de las lecciones del 28 de julio no es negociable, rechazando de tajo celebrar unos nuevos comicios.
“No es negociable el resultado del 28 de julio, la soberanía popular no es negociable. Por favor, ¿en qué cabeza cabe que se haga otra elección? Aquí ya hubo una, bajo los términos del régimen, con una campaña absolutamente desigual. Bajo sus términos fuimos, con sus máquinas, con sus actas… Nosotros las actas que tenemos son documentos oficiales del CNE. Bajo sus reglas, ganamos, el mundo sabe que arrasamos”, dijo Machado al medio español.
Además, advirtió que la opción que tiene Maduro es “aceptar los términos de una transición negociada”.
“Se puede hablar ya de transición, no sé si de negociación. Para que exista negociación se requiere que las dos partes quieran. Nosotros estamos decididos, con cuatro condiciones. Primero, una negociación que parta del respeto a la soberanía popular del 28 de julio. Yo creo que es una posición que une a todos los países del mundo cuando dicen que hay que tener una verificación imparcial de las actas. Las nuestras están a la orden para que quien quiera analizarlas, verificarlas, pueda hacerlo, para eso está nuestra base de datos abierta”, sostuvo.