En varios países alrededor del mundo se ha visto cómo movimientos de derecha y ultraderecha están llegando con más facilidad al poder. Sin embargo, en el caso de Alemania, el hecho de que esto pase no es menor. Existe un temor de repetir los avergonzantes episodios de la Segunda Guerra Mundial, por lo cual tanto los ciudadanos como los partidos políticos le tienen recelo a los movimientos de ultraderecha. O, al menos, hasta hace poco era así.Que el poder y el ejército puedan estar en manos de populismos radicales preocupa al país. Esto se vio reflejado con la renuncia de la candidata de Angela Merkel para sucederla como canciller, Annegret Kramp-Karrenbauer (AKK), quien declinó el voto de confianza de Merkel y dejó también la presidencia de su partido, Unión Demócrata Cristiana (CDU). La funcionaria tomó la sorpresiva decisión luego de que su partido decidió aliarse con Alternativa para Alemania (AfD), el partido alemán populista de extrema derecha.
¿Cuál fue el objetivo de la alianza? Elegir a Thomas Kemmerich como primer ministro para el estado de Turingia, al oriente de Alemania, apoyado por los extremistas del AfD y el CDU, de Merkel. Que haya recibido el apoyo de la extrema derecha puso en alerta al gobierno, pero que la ultraderecha se haya aliado con otro partido desató la polémica. Tradicionalmente, las alianzas con los partidos radicales han sido rechazadas, con el fin de evitar escaladas peligrosas de las ideologías extremistas. Para hacerlo, se institucionalizó un ‘cordón sanitario’ con el fin de evitar cooperación con la ultraderecha, el cual, al parecer, fue cruzado por el partido de la actual canciller.Angela Merkel, se pronunció en contra de esta alianza y la calificó como ‘imperdonable’, ya que ella siempre ha sido muy firme con sus decisiones y con su posición alejada de los extremistas alemanes. Además, recalcó que esta alianza no representa sus valores ni los del partido. A raíz de la polémica, el candidato elegido, Kemmerich, presentó su renuncia al cargo. A través de su cuenta de Twitter, el funcionario publicó: "Acabo de anunciar mi renuncia como Primer Ministro del Estado Libre de Turingia con efecto inmediato. Devolveré todos los pagos que surjan de la oficina del primer ministro y primer ministro ejecutivo al tesoro". Por su parte, el AfD presentó dos demandas contra la canciller. Una, por las declaraciones en las cuales rechazó la alianza entre ambos partidos y la otra por "amenazas" contra Kemmerich, el primer ministro elegido de Turingia.
Annegret Kramp-Karrenbauer se posesionó como presidenta del CDU en diciembre de 2018 y dejará su cargo en un par de meses, cuando encuentre un sucesor. Foto: Sandro Halank-Wikimedia CommonsA pesar de que Kemmerich pertenece al Partido Democrático Libre, el hecho de que el CDU se haya aliado con el AfD, representa un riesgo importante pues la ultraderecha se puede fortalecer para llegar al poder. Además, es uno de los principales exponentes del grupo llamado ‘El ala‘, vigilado por la Oficina Federal, pues al parecer tienen planes que van en contra de la Constitución alemana. AKK, llevaba varios meses sumida en una crisis pues muchos afirmaban que no estaba controlando a algunas ramas de su partido con tendencias conservadoras. Angela Merkel, expresidenta del CDU, logró a lo largo de su mandato mantener al partido con una línea muy clara, abierta hacia la izquierda y en la que el movimiento social demócrata pudo hacerse campo. Sin embargo, el AfD también irrumpió en algunos sectores muy conservadores del partido.
Posibles sucesoresAhora, el partido CDU está a la espera para decidir quién será el sucesor de Kramp-Karrenbauer no solo para la cancillería, sino también para la presidencia del partido. Uno de los que más opciones tiene para reemplazar a AKK es el conservador Friederick Merz, quien en su momento fue superado, por una estrecha diferencia, por Kramp-Karrenbauer. Por esa razón, es probable que este líder, de ideales derechistas, suceda a la actual presidenta y el partido corra el riesgo de hacer más alianzas con el AfD, desdibujando los límites tradicionales del CDU.Otra opción es Armin Laschet, un candidato más alineado con Merkel y actual primer ministro de la región Renania del Norte-Westfalia. Por lo pronto, es incierto el futuro del CDU y si hará o no más alianzas peligrosas con el AfD. A pesar de las conmemoraciones de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, existen varios alemanes que parecen ignorar lo delicado que puede ser, teniendo esos antecedentes, una escalada de los partidos extremistas.