El fabricante estadounidense de vehículos eléctricos Tesla clausuró una oficina en San Mateo, en el estado de California, Estados Unidos, recortando así alrededor de 200 puestos de trabajo de su plantilla, informaron varios medios estadounidenses. Tesla no confirmó de inmediato esta información a los medios de comunicación.
Los empleados afectados estaban trabajando en el análisis de datos del sistema de asistencia al conductor denominado Autopilot. La mayoría eran empleados pagados por hora, según la agencia Bloomberg. De acuerdo con el sitio especializado TechCrunch, los 81 integrantes del equipo de San Mateo que han conservado su puesto, serán trasladados a la planta de Buffalo, en el estado de Nueva York.
El dueño de Tesla, el magnate Elon Musk, ya había afirmado durante una intervención en una cumbre económica en Catar que el 10 % de los puestos de trabajo a tiempo completo de su grupo serían recortados en los próximos tres meses, pero que el número de empleados pagados por hora aumentaría. La empresa de Musk tenía casi 100.000 empleados en todo el mundo a finales de 2021.
A pesar de este cierre en California, Tesla obtuvo resultados récord en el primer trimestre de 2022. La facturación del grupo del magnate, sostenida por un incremento de las entregas y de los precios de los vehículos, trepó 81 % a 18.760 millones de dólares. En tanto, la ganancia neta se multiplicó por siete sobre igual período del año pasado, a 3.300 millones de dólares.
Las fábricas de la empresa “funcionaron por debajo de su capacidad durante varios trimestres, la cadena de suministros se volvió el principal factor limitante, lo cual debería continuar (...) a lo largo de 2022″, señaló Tesla en un comunicado. Además de la escasez de semiconductores que afecta a todo el sector automotor desde hace un año, Tesla debió enfrentar picos de contagio por covid-19.
En su central de Shanghái, por ejemplo, el gigante de los vehículos eléctricos retomó su producción tras 20 días de parálisis de las cadenas de montaje. Tesla también debió lidiar con “la multiplicación del precio de algunas materias primas en los últimos meses”. El grupo aumentó el precio de sus autos. La firma entregó 310.048 vehículos en el trimestre, una cifra récord.
Se cierra en California, pero se abren nuevas instalaciones en Texas
Giga Texas, cuya superficie es equivalente a unos 100 canchas de fútbol, está en actividad desde fines de 2021, pero hasta 2022 se hace su apertura oficial. Se trata de la quinta “mega fábrica” de Tesla, luego de las plantas de Nevada, Nueva York, Shanghái y Berlín, que abrieron en marzo de este año.
Estas centrales producen vehículos y también equipos y baterías a gran escala. En Austin también podría lanzarse la producción de la pick-up Cybertruck y del camión Semi en 2023.
“Tesla tiene un problema de ricos: la demanda supera la oferta, al punto de que los Model Y y algunos Model 3 (ndlr, dos de los vehículos que produce) se entregan con cinco a seis meses de retraso en algunos lugares del mundo”, destacó el analista Dan Ives, de Wedbush Securities. “La solución se encuentra principalmente en Austin y Berlín”. Tesla quiere aumentar sus entregas en 50 % por año, y debería superar este objetivo en 2022, estimó Musk en enero.
*Con información de AFP.