Cristina Kirchner asumió este viernes 23 de septiembre su propia defensa en los alegatos finales de un juicio por corrupción que denunció como plagado de “mentiras, calumnias y difamaciones”, en el cual la Fiscalía ha pedido doce años de prisión para ella.

“Estamos ante un claro caso de prevaricato. El fiscal (Diego) Luciani y el fiscal (Sergio) Mola mintieron en el alegato fiscal de acusación. Es un juicio lleno de mentiras, calumnias y difamaciones”, sostuvo Kirchner en la intervención realizada de forma remota desde su oficina de la presidencia del Senado.

Ante las mentiras que denunció Kirchner, ella mencionó que serían “tres ejemplos que los fiscales usaron para acusarme, tres mentiras, porque las pruebas deben estar en el expediente y eso no ocurrió”, razón por la cual piensa denunciarlos.

La vicepresidenta también protestó porque el tribunal había desestimado en agosto concederle una ampliación de su declaración indagatoria, que solicitó tras los alegatos de la Fiscalía en los que, según ella, se habían incorporado nuevos elementos. Por ello, Kirchner enfatizó que su intervención que esto “no es una graciosa concesión del tribunal”, sino una prerrogativa que le da el hecho de ser abogada de profesión.

“Si no hubiera tenido la suerte de ser abogada, habría estado en estado de indefensión ante la ampliación del alegato del fiscal”, declaró. De 69 años, presidente entre 2007 y 2015 y figura política de peso en el peronismo, Kirchner está acusada de asociación ilícita y administración fraudulenta agravada, por lo cual la Fiscalía pidió también su inhabilitación política.

Debido a sus fueros parlamentarios, no puede ser detenida ni inhabilitada hasta que haya una sentencia firme de la Corte Suprema de Justicia.

El juicio investiga supuestas maniobras en la adjudicación y realización de obras públicas en Santa Cruz en favor del empresario Lázaro Báez entre 2003 y 2015, un período que abarca también el gobierno del ya fallecido Néstor Kirchner. Se espera que el veredicto se conozca hacia fines de este año. Kirchner ha sido sobreseída en varias causas por presuntos delitos ocurridos cuando fue presidente, pero aún enfrenta cinco procesos.

El juicio se reanudó cuatro días después de que Kirchner fuese atacada por un hombre que gatilló una pistola a pocos centímetros de su cara, sin que el arma llegase a dispararse.

El atacante, Fernando Sabag Montiel, de 35 años y nacionalidad brasileña, se coló entre los seguidores de Kirchner. El hombre, quien se encontraba mezclado entre los seguidores de la reconocida política, aprovechando el desorden en las inmediaciones tomó en sus manos una pistola y la acercó a una distancia mínima de Kirchner, apuntando directo a su cara. Inclusive, se alcanzó a notar cómo el individuo armado haló del gatillo.

En un comienzo se manejó la hipótesis de que el arma era de fogueo o falsa, pues en los videos que circulan en redes sociales se escucha que el gatillo se acciona, pero no hay disparo. No obstante, las autoridades confirmaron que en el cargador había cinco balas, por lo que sí existió la intención de asesinar a la exmandataria.

Con información de AFP