En su cuenta de Twitter, Alexéi Navalny, uno de los más fervientes críticos del presidente ruso Vladimir Putin, denunció que fue puesto en la celda de aislamiento por décima vez desde que fue condenado a prisión, esta vez, por haberse levantado 30 minutos antes para lavarse la cara.

Según contó en sus redes, en la víspera del año nuevo decidió levantarse a las 5:24 a. m. para asearse. Sin embargo, minutos después, los guardias de seguridad le aseguraron que la hora programada para realizar esa actividad es a las 6:00 a. m. por lo que había incurrido en “una falta grave”.

Navalny aseguró entonces que fue trasladado a una celda de aislamiento por un total de 15 días. “Mis planes de pasar la nochevieja resultaron arruinados, tenía planeado celebrar con un paquete de papas fritas y una lata de sardinas. Así que pasé la Nochevieja en un coche con mis viejos amigos: un vagabundo (estaba triste) y un lunático (aullaba y gritaba fuera de la puerta)”, dijo en su cuenta de Instagram.

En su aislamiento, dijo que pudo dormir un poco más que en otras noches. “En general estoy satisfecho, la gente paga dinero por conocer el año nuevo de alguna forma inusual, yo lo conseguí gratis”, continuó diciendo.

A este abogado de ojos azules lo llaman “el Paul Newman ruso” por su atractivo físico. De extracción humilde, Navalni se convirtió en el activista que más ha atacado los excesos y las riquezas de los amigos oligarcas de Putin. | Foto: 2012 Oleg Nikishin

Igualmente, contó que los guardas de seguridad se llevaron a uno de sus compañeros de aislamiento el 3 de enero y lo regresaron el 4 de enero. Sin embargo, denunció que no fue llevado a los cuarteles con los demás presos sino a un hospital, por lo que regresó contagiado con todo tipo de enfermedades.

Navalny afirmó que es una práctica común de la prisión: “Siempre es declarado enfermo y colocado en un hospital lleno de pacientes de gripe, es una epidemia aquí. Y exactamente un día después me devuelven aquí. Parece ser usada como un arma bacteriológica. No me extraña que esté molesto”, denunció.

De hecho, cientos de doctores rusos firmaron y publicaron una carta en el sitio web de noticias independiente Meduza pidiendo que se detenga el abuso del que está siendo víctima el crítico del Kremlin.

“No podemos y no tenemos derecho a mirar con calma el daño deliberado a la salud del político Alexéi Navalny”, dice la carta.

Navalny se declaró detractor del régimen de Vladímir Putin desde 2010 y desde este año se convirtió en uno de los líderes de la oposición más importantes del mundo.

Navalni pasó una temporada en un hospital de Alemania mientras se recuperó del envenenamiento con novichok, un agente químico que puede causar muerte por asfixia. Se salvó de milagro. | Foto: 2020 Anadolu Agency

Sin embargo, en 2019 fue víctima de envenenamiento, cuyas causas aún siguen sin esclarecerse. Las primeras hipótesis apuntan a que serían miembros del Kremlin los que habrían mandado a envenenar al líder opositor, pero es algo que desde el gobierno de Putin nunca asumieron.

En 2021, un tribunal de Moscú ordenó el encarcelamiento del opositor ruso Alexéi Navalny. La jueza Natalia Repnikova dijo que tendrá que cumplir tres años y medio de prisión de su sentencia de 2014 por violar los términos de una libertad condicional y no presentarse a las revisiones judiciales. A dicha condena le restó casi un año por el tiempo que pasó en arresto domiciliario, por lo que tendrá que cumplir los dos años y ocho meses restantes.

Navalny ha sido un crítico de Vladímir Putin y se ha dedicado a exponer la corrupción del gobierno durante más de diez años. Su alcance más grande lo tuvo tras publicar un video que se volvió viral titulado El palacio de Putin: historia del soborno más grande del mundo, que cuenta con más de 106 millones de reproducciones en YouTube.

Desde que el líder opositor fue arrestado, una serie de manifestaciones se ha tomado las principales calles del país y los policías han detenido a más de 5.000 ciudadanos acusados de incitar a la protesta o violar las restricciones impuestas por el coronavirus.

Los jóvenes que nunca antes habían protestado decidieron expresar su descontento con el Kremlin, lo que desembocó en un desplome del 36 % de la popularidad de Putin entre las personas de 18 a 24 años.

“Voy a seguir luchando. No voy a temerle”, dijo Alexéi Nalvany en el tribunal municipal de Moscú tras conocer su condena.