El nombre de los cocteles usualmente reflejan su contenido, su color, su textura o su procedencia, pero en el caso de “muerte lenta”, el licor ha reflejado una aterradora mezcla que ha llevado a 9 personas a fallecer y otras más a sufrir daños severos en su cuerpo al ingerir esta mezcla alcohólica que tiene en alerta a las autoridades.
Una de las víctimas fatales de este coctel, fue Oswaldo Oviedo, quien como recuerda su sobrina, Joselyn Oropeza,” empezó con la pérdida de la vista, estaba muy mareado”, recoge la AFP.
Oviedo asistía al funeral de otro fallecido cuando los síntomas empeoraron, obligándole a acudir a un centro de salud.“Le pusieron algo como para desintoxicarse”, pero al poco tiempo tuvo que ir a un hospital en San Felipe -capital de Yaracuy, a unos 30 km-, donde falleció, dijo la sobrina de Oswaldo.
“No se sabe con qué realmente prepararon esto”, dice Oropeza, pero “es muy extraño de que tantas personas en tan corto tiempo, tres días, hayan fallecido”, agregó la sobrina del fallecido
Estos hechos, ocurridos en el estado de Yaracuy, en Venezuela, han alertado a las autoridades sanitarias del país que hasta el momento han contabilizado nueve personas muertas y 16 hospitalizadas en la población de Chivacoa.
“Nos embarga la tristeza tras el terrible fallecimiento de 9 personas”, ha indicado el gobernador de Yaracuy, Julio León Heredia, citado por la televisión venezolana Globovisión.
Una fuente policial dijo a la AFP que el licor fue adulterado con metanol, sustancia que suele ser usada para aumentar el nivel alcohólico de bebidas clandestinas, pero que puede provocar ceguera, lesiones hepáticas y, en última instancia, la muerte.
El consumo de bebidas alcohólicas artesanales ha aumentado en Venezuela, por sus bajos costos, en medio de la profunda crisis económica que ha diluido el poder adquisitivo de sus habitantes. Son habituales en fiestas en barriadas populares de las grandes ciudades y en poblaciones del interior del país.
Las autoridades han enviado brigadas de atención para recorrer casa por casa y realizar evaluaciones médicas para prevenir nuevas intoxicaciones, también entrevistaron a familiares y visitaron la casa donde se celebró la fiesta, donde varias botellas reposaban en el pasto del jardín.
La policía quiere dar con los proveedores, pero la persona que lo vendía sin controles y que lo llevó a la fiesta, Nabor Pinto, también falleció por su consumo.
Mientras avanza la investigación sobre la “Muerte lenta”, los vecinos se reúnen, hablan y recuerdan a las víctimas en sillas plásticas en la calzada frente a sus casas.
Según medios locales, los funcionarios de salud de la zona en compañía del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas están investigando los recientes hechos que llevaron a la pérdida de nueve vidas en los últimos días.
La bebida no comercializada legalmente había sido ingerida en las fiestas de fin de año para celebrar la llegada del año nuevo en una casa ubicada en el sector Pueblo Nuevo. Los síntomas que presentaban eran dolor de cabeza y malestar general incrementando en los días posteriores cuando comenzaron a sufrir de problemas respiratorios y vómito.
Alerta: a 41 asciende la cifra de fallecidos por licor adulterado en Bogotá y Soacha
Bogotá y Soacha enfrentaron una compleja situación a causa de los crecientes casos de intoxicación por consumo de licor adulterado, lo cual ha llevado a que, por el momento, 41 personas hayan fallecido.
De acuerdo con el más reciente informe de la Secretaría Distrital de Salud, tan solo en Bogotá han muerto 37 personas por esta causa, se han registrado 51 casos de intoxicación, siete se encuentran en UCI en estado crítico y tres están hospitalizadas.
Teniendo en cuenta las anteriores cifras, Bogotá pasó de 23 a 37 fallecidos, lo que representa 14 nuevos decesos.
En días pasados, el secretario de Salud, Alejandro Gómez, dijo que son varias las marcas de licores que la Secretaría ha detectado con alcohol metílico en Bogotá: “una que se conoce con el aperitivo Rey de Reyes, otra con el nombre de Cabañita y una tercera con el nombre de Old John, que simula un whisky”.
Desde que se conocieron los primeros casos de muertes por consumo de licor adulterado, las autoridades de Bogotá, Soacha y Cundinamarca desplegaron rápidamente varios operativos para incautar este tipo de licor y poder recopilar información que dé con los responsables de este mercado ilegal.
Una de las compañías que se vio afectada por los operativos es la encargada de comercializar legalmente el aperitivo de aguardiente Rey de Reyes, marca que ha sido señalada de ser licor adulterado, pero que realmente cuenta con registro Invima.
En diálogo con SEMANA, Angelo Aricapa, vocero oficial de la compañía, afirmó que Rey de Reyes es un licor legal, pero que se vio manchado por los delincuentes que están usurpando el nombre de la marca para adulterar el licor.
“Lo primero es que, como compañía, rechazamos y lamentamos los casos en el que personas han fallecido por consumir licor adulterado; pero lo cierto es que nos hemos visto duramente afectados en lo que es la imagen de la empresa, llevamos tan solo siete años en el mercado y, cuando por fin estamos emergiendo, nos vemos afectados no solo por los inescrupulosos que están usando nuestra marca, sino también por el llamado a no consumir nuestro producto”, aseguró Aricapa.
En ese sentido, Aricapa dejó claro que Rey de Reyes no tiene nada que ver con el licor adulterado ni en Bogotá ni en Soacha e hizo un llamado a las autoridades distritales y a la sociedad para que no satanicen la marca.
“Todos están asociando los casos con el producto Rey de Reyes, que este licor es el que está matando la gente, pero nosotros somo una empresa legalmente constituida, con todo lo que exige la ley, con todos los insumos del Invima, por consiguiente todo esto ha sido algo bastante fuerte para nosotros como marca”, precisó.
El vocero agregó: “La alcaldesa Claudia López y el secretario de Salud le han pedido a las personas que no consuman la marca, lo cual, a nuestro parecer, no está bien hecho porque la marca no tiene nada que ver y no somos directamente responsables”.
Aricapa no se explica por qué los delincuentes usurparon el nombre de Rey de Reyes para comercializar el licor adulterado en los barrios del sur de Bogotá y el municipio de Soacha, zonas en donde el licor también se comercializaba de manera legal por parte de la compañía.
Si bien la compañía que comercializa Rey de Reyes no tiene nada que ver con el licor adulterado, son ellos los que están sufriendo las consecuencias de los delincuentes, pues no solo no han podido vender su producto, sino que además no tienen con qué pagarle la nómina a los trabajadores.
Con información de AFP y Europa Press*