Aunque frecuentemente la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (Nasa) suele informar sobre las misiones en el espacio exterior, puesto que durante los últimos años se ha consolidado la búsqueda de vida en otros mundos, esta vez la agencia espacial recordó un detalle curioso sobre la Tierra.

Pues bien, según los análisis desarrollados por el equipo de la agencia espacial, el punto más frío de todo el planeta Tierra se encuentra justo en el polo sur y es comúnmente conocido como la Meseta Antártica Oriental, en la que la temperatura puede llegar hasta los -92° Celsius, claramente en medio del invierno.

Según recordó la agencia espacial, el descubrimiento del lugar se hizo a través de los mapas de temperatura de los satélites de la Nasa Earth, y desde 2013 estos han sido los más detallados que se han logrado hacer sobre el planeta. Aunque este detalle podría estar sujeto a cambios en un futuro, tras los cambios que ha tenido la Tierra por múltiples estímulos.

“Los investigadores analizaron 32 años de datos de varios instrumentos satelitales. Descubrieron que las temperaturas cayeron en picada a mínimos históricos docenas de veces en grupos de bolsillos cerca de una cresta alta entre el Domo Argus y el Domo Fuji, dos cumbres en la capa de hielo conocida como la Meseta Antártica Oriental. El nuevo récord de menos 136 F (menos 93,2 C) se estableció el 10 de agosto de 2010″, indicó la nasa en su estudio más reciente del tema, en 2013.

Estos análisis se hicieron con los datos recopilados de los satélites de detección remota, entre ellos el Landsat 8, y fue un trabajo articulado entre la Nasa y el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), momento en el que se dieron cuenta que había un nuevo récord, puesto que la temperatura más baja que se había registrado fue en la Estación de Investigación Rusa Vostok en la Antártida Oriental en 1983, cuando se llegó a tener un -89° Celsius.

Mundos acuáticos más grandes que la Tierra

Astrónomos hallaron pruebas de que dos exoplanetas que orbitan alrededor de una estrella enana roja son “mundos de agua”, planetas en los que el agua constituye una gran fracción de su volumen.

Estos mundos, situados en un sistema planetario a 218 años luz de distancia en la constelación de Lyra, no se parecen a ningún planeta de nuestro sistema solar.

El equipo, dirigido por la estudiante de doctorado Caroline Piaulet, del Instituto Trottier de Investigación sobre Exoplanetas (iREx) de la Universidad de Montreal (Canadá), publica un estudio detallado del sistema planetario conocido como Kepler-138 en la revista Nature Astronomy.

Piaulet, parte del equipo de investigación de Björn Benneke, observó los exoplanetas Kepler-138c y Kepler-138d con los telescopios espaciales Hubble de la NASA y Spitzer (ya retirado), y descubrió que los planetas –que tienen aproximadamente una vez y media el tamaño de la Tierra– podrían estar compuestos en gran parte por agua. Estos planetas y un compañero planetario más cercano a la estrella, Kepler-138b, habían sido descubiertos anteriormente por el telescopio espacial Kepler de la Nasa.

El agua no se detectó directamente, pero al comparar los tamaños y masas de los planetas con modelos, concluyeron que una fracción significativa de su volumen –hasta la mitad– debería estar formada por materiales más ligeros que la roca, pero más pesados que el hidrógeno o el helio (que constituyen la mayor parte de los planetas gigantes gaseosos como Júpiter). El más común de estos materiales candidatos es el agua.

Antes se pensaba que los planetas que eran un poco más grandes que la Tierra, eran grandes bolas de metal y roca, como versiones a escala de la Tierra, y por eso los llamábamos super-Tierras. Sin embargo, “ahora hemos demostrado que estos dos planetas, Kepler-138 c y d, son de naturaleza muy diferente: una gran fracción de todo su volumen está probablemente compuesta de agua”, afirma.

“Es la primera vez que observamos planetas que pueden identificarse con seguridad como mundos de agua, un tipo de planeta cuya existencia fue teorizada por los astrónomos durante mucho tiempo”, dijo.

*Con información de Europa Press.