Cuando el presidente estadounidense Donald Trump llegó a la Casa Blanca, prometió elaborar un plan de paz para ponerle fin al interminable conflicto entre Israel y Palestina. Cumpliendo sus palabras, a principios de este año presentó un ambicioso acuerdo para Medio Oriente. Lo hizo el 28 de enero junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en la Casa Blanca.  El documento, que gestó su yerno Jared Kushner durante tres años, dejó un evidente sin sabor en los palestinos pues beneficiaba en gran medida a Israel. Mientras Netanyahu y Trump lo describieron como “el acuerdo del siglo”, el presidente palestino, Mahmoud Abbas, afirmó que era una conspiración y que “los derechos de su pueblo no estaban en venta”. Dentro de los planes palestinos nunca estuvo quedarse con los brazos cruzados y ahora, casi cinco meses después, presentaron una contrapropuesta que busca impedir la anexión de sectores de Cisjordania por parte del gobierno de Israel.

Palestina presenta la propuesta a pocas semanas de que el nuevo gobierno de unión israelí dirigido por el primer ministro, Benjamin Netanyahu, y el ministro de Defensa, Benny Gantz, presenten su estrategia para llevar a la práctica el plan del gobierno de Donald Trump.  "Hace unos días presentamos una contrapropuesta al Cuarteto (Unión Europea, ONU, Rusia y Estados Unidos)", declaró el martes el primer ministro palestino, Mohammed Shtayyeh, quien precisó que ese texto de "cuatro páginas y media" propone la creación de un "Estado palestino soberano, independiente y desmilitarizado". 

Netanyahu asumirá los primeros 18 meses en el cargo de primer ministro y al terminarlos le cederá su lugar a Benny Gantz. Foto: AP El texto propone también modificaciones menores al trazado de fronteras cuando sea necesario, según afirmó Shtayyeh en un encuentro con periodistas extranjeros en Ramala, sede de la Autoridad Palestina. El primer ministro palestino explicó que la transferencia de territorios propuesta se hará "de igual a igual en términos de talla y valor".

El plan estadounidense prevé que Israel anexe colonias y el valle del Jordán en Cisjordania, que ocupa desde 1967. Asimismo plantea la creación de un Estado palestino desmilitarizado en un territorio reducido el cual no tendría como capital a Jerusalén Oriental -una de las principales razones del conflicto-. Esto, dista mucho de las aspiraciones de los palestinos, quienes piden la soberanía de los territorios que ocuparon los israelíes durante la Guerra de los Mil Días en 1967. El gobierno de Abbas fustigó ese plan pero hasta ahora no habían dado alternativas. Durante la última década, la población en el centenar de colonias israelíes en Cisjordania aumentó en un 50 por ciento para superar los 450.000 habitantes. Casi tres millones de palestinos viven también en ese territorio. El secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erakat, precisó el martes que se había reunido con representantes de Rusia, de la Unión Europea (UE) y de la ONU para discutir el proyecto de anexión, pero no habló de Estados Unidos. Los palestinos han cortado los puentes políticos con Washington desde que reconoció a Jerusalén como capital de Israel en diciembre de 2017. Erakat dijo que les entregó una carta del presidente palestino Mahmoud Abbas en la que “se exige la formación de una coalición internacional contra la anexión y una reunión de todos los países que se oponen a ella".  Sanciones y frustraciones del plan "Queremos que Israel sienta la presión internacional (...) Por primera vez, los aliados políticos europeos discuten sanciones contra Israel porque nosotros les hemos pedido", afirmó Shtayyeh.

"El reconocimiento (de un Estado palestino) es una medida preventiva contra la anexión y las sanciones son otra, adicional", agregó.

El pasado domingo, militantes palestinos del grupo Al-Aqsa protestaron en contra del plan de Trump y la anexión de Cisjordania por parte de Israel. Foto: AP Estos últimos días se multiplicaron las manifestaciones en Cisjordania, pero también en Israel, contra el proyecto de anexión, aunque de todos modos hasta el momento no se han movilizado grandes multitudes del lado palestino. "La ira está ahí, la insatisfacción está ahí, la frustración está ahí y todo eso es motivo más problemas", estimó Shtayyeh, asegurando, sin embargo, que la Autoridad Palestina desea evitar el "caos". La UE en contra de la anexión ¿Reconocimiento de un Estado palestino o sanciones contra Israel u otros? Muchos países europeos se preguntan sobre la línea que debe adoptarse para hacer que Israel no siga con este plan que solo aumentará la tensión entre ambas partes. También se preguntan qué medidas tomar en caso de una anexión efectiva. El jefe de la diplomacia alemana, Heiko Maas, llegó este miércoles a Jerusalén, donde se reunirá con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para hablar del controvertido proyecto de Israel de anexar varias zonas de Cisjordania ocupada. Maas se entrevistará con su homólogo israelí, Gabi Ashkenazi, antes de reunirse con Netanyahu y el ministro de Defensa, Benny Gantz. Luego irá a Jordania, sin pasar por Ramala, en Cisjordania, sede de la Autoridad Palestina, por tener "poco tiempo" y debido a las medidas anticoronavirus, según Berlín.

Heiko Maas se entrevistará con el primer ministro palestino por videoconferencia, desde Amán, donde se reunirá con su homólogo Ayman Safadi. Esta visita, la primera de un dignatario europeo después de que asumiera el nuevo gobierno israelí, tiene lugar tres semanas antes del inicio de la presidencia alemana de la Unión Europea (UE), el 1 de julio. La UE, que se opone totalmente al plan, pidió al gobierno israelí renunciar a la anexión, recordándole que las colonización es contraria al derecho internacional. Israel teme una fuerte reacción de los europeos si anexa partes de Cisjordania, donde viven 450.000 colonos entre más de 2,7 millones de palestinos.  Aunque Washington es el primer aliado del Estado hebreo, Bruselas es su primer socio comercial, con intercambios que superaron los 30.000 millones de euros (unos 34.000 millones de dólares) el año pasado, según datos europeos. El riesgoso escenario ante una anexión La anexión de asentamientos judíos en Cisjordania y el Valle del Jordán por parte de Israel llevará a una tercera intifada palestina, opina una mayoría de los israelíes, de acuerdo con una encuesta publicada la semana pasada. La palabra árabe ‘intifada’ es el nombre de las rebeliones palestinas en Cisjordania que luchan por recuperar su territorio en manos de los israelíes, aunque algunos creen que sus ataques simplemente tienen el objetivo de “acabar con Israel”.

La mayoría de los encuestados, 58 por ciento, "piensan que los palestinos van a lanzar una intifada" en caso de anexión, de acuerdo con el sondeo del Instituto Democrático de Israel, un centro de investigación con sede en Jerusalén. La mitad de los israelíes (50 por ciento) apoyan este proyecto de anexión, el 31 por ciento se oponen y el 19 "no opina", agrega el trabajo. Alrededor del 57 por ciento de los judíos israelíes apoyan el proyecto y esta tasa de adhesión alcanza entre el 75 por ciento y el 81 entre los votantes de los partidos ultraortodoxos y de la derecha radical, respectivamente.  El proyecto también cuenta con el apoyo del 71,5 por ciento de quienes apoyan al Likud, partido de derecha del primer ministro Benjamin Netanyahu, que llamó recientemente a aprovechar la "oportunidad histórica" del proyecto estadounidense. En cambio solamente lo respaldan un tercio de los partidarios de la formación centrista "Azul y Blanco" del exjefe de estado mayor del ejército, Benny Gantz, ahora ministro de Defensa en el gobierno de unión que acaba de formar con Netanyahu. *Con información de AFP