El próximo 8 de abril, el sol desaparecerá en una franja desde Mazatlán, México, hasta Terranova, Canadá, pasando por varios estados de Estados Unidos, transformando el día en noche durante hasta 4 minutos, 28 segundos.
El espectáculo no solo será el doble de largo del eclipse total de 2017, sino que pasará por una ruta distinta y más poblada, ya que entre la costa mexicana del Pacífico y la canadiense del Atlántico atravesará los estados de Sinaloa, Nayarit, Durango, Chihuahua y Coahuila en México, y 13 de Estados Unidos, incluidos Texas, Oklahoma, el centro-norte, Nueva Inglaterra y Nueva York.
Alrededor de 44 millones de personas viven dentro de esta franja de 185 kilómetros (115 millas) de ancho, de las cuales 32 millones viven en Estados Unidos, lo que garantiza grandes atascos de tráfico para contemplar el fenómeno celeste.
El eclipse permitirá a muchos contemplar la “maravilla del universo sin ir demasiado lejos”, dijo la directora del programa de eclipses de la NASA, Kelly Korreck.
Por su parte, Gregory Schmidt, miembro del Instituto Virtual de Exploración y Estudio del sistema solar (SSERVI) de la NASA, dijo que “Mazatlán va a ser el mejor lugar del mundo entero para poder observar este fenómeno”, en declaraciones citadas por la Agencia Espacial Mexicana.
A medida que se desarrolla el fenómeno, la NASA lanzará pequeños cohetes con instrumental científico desde Virginia a la atmósfera superior y seguirá la sombra desde aviones de gran altura. La tripulación de la Estación Espacial Internacional tratará de registrar el espectáculo desde el espacio.
América del Norte verá un nuevo eclipse total apenas en 2033, y solamente en Alaska. El siguiente será en 2044 y pasará por el oeste de Canadá, Montana y Dakota del Norte.
Precauciones para ver el eclipse
De acuerdo con expertos, los ojos no están diseñados en condiciones para ver el Sol directamente. Hacerlo puede ocasionar graves lesiones oculares, como la retinopatía solar. Esta afección ocurre cuando la retina se daña debido a la exposición a la luz solar intensa. Los síntomas pueden incluir visión borrosa, puntos ciegos o distorsión visual.
También puede causar los siguientes problemas en los ojos:
- Daño a la retina. La retina es la parte del ojo sensible a la luz; es esencial para la visión. Mirar directamente al Sol, incluso durante un eclipse parcial, puede dañar las células de la retina, causando una lesión conocida como retinopatía solar. Esto puede resultar en visión borrosa, manchas ciegas o incluso ceguera permanente.
- Dolor de ojos: Mirar directamente al Sol, aunque sea durante un corto período, puede causar dolor ocular intenso, una reacción natural del cuerpo para evitar daños en los ojos. Sin embargo, este dolor puede ser un signo de daño ocular ya infligido.
- Según la Academia Estadounidense de Oftalmología (American Academy of Ophthalmology), observar discretamente el Sol sin contar con la protección adecuada, puede dañar la retina de forma permanente. Incluso, existe la probabilidad de que pueda perder por completo la vista.
La fuente citada, asegura que solo existe una forma segura para contemplar el eclipse solar. La recomendación radica en hacer uso de los filtros solares que se utilizan especialmente en gafas diseñadas para este tipo de eventos. Además, aclara que los lentes oscuros tradicionales no son lo suficientemente seguros para mirar el Sol.
Los expertos en oftalmología indican que se debe seguir una lista de pasos para que pueda deleitarse con el fenómeno astronómico sin que sea vea comprometida su salud visual:
- Verificar que las gafas que va a emplear no tengan rayones o alguna fisura.
- Asegúrese de que los lentes sean exclusivamente para ver el eclipse solar. En ese sentido, es importante que lea detenidamente las instrucciones del manual de uso para que no vaya a tener ningún contratiempo.
- Absténgase de mirar el Sol directamente sin antes haberse puesto sus gafas.
*Con información de AP.