La covid-19, enfermedad surgida a finales de 2019 y declarada pandemia a inicios de 2020, es una patología que ha dejado a millones de víctimas a lo largo del mundo, dejando un halo de crisis derivadas de las medidas que los gobiernos debieron adoptar para su contención.
Pese a que el número de víctimas mortales dejado por la enfermedad es alto, un reciente estudio revelado esta semana advierte que las vacunas contra la covid-19, han ayudado significativamente a disminuir las consecuencias mortales del virus, señalando que, de acuerdo con los estimados, y las cifras recabadas, la reducción de muertes por la enfermedad se cifra en 19,8 millones, un porcentaje alto si se tiene en cuenta que el estimado de potencial mortal se calcula en 31,4 millones, de acuerdo con los datos obtenidos durante el primer año de la pandemia.
El referido estudio, que cifra en cerca de 20 millones de muertes las que han logrado ser evitadas gracias a las vacunas, fue revelado por la revista ‘The Lancet Infectious Diseases’, y corresponde a las conclusiones de un análisis basado en los datos entregados por 185 países, en un período comprendido entre el mes de diciembre de 2020 y la misma fecha en 2021.
Según precisan medios internacionales, el referido estudio es el primero que se ha propuesto establecer el balance de muertes que se han evitado gracias a las ingentes campañas de vacunación, y a los esfuerzos de los diferentes estados alrededor del mundo, donde, si bien no se ha logrado abolir la enfermedad, ni mucho menos las víctimas de tal, sí se ha conseguido contener las lamentables cifras.
Así, de acuerdo con el estudio, la reducción porcentual estimada gracias a las vacunas es del 63 % del total de las muertes potenciales a causa de la enfermedad.
Según precisa la publicación que revela los resultados, el estudio se derivó del contraste de las cifras oficiales de decesos por coronavirus, lo que estuvo complementado con el estudio del considerado “exceso de mortalidad”, registrados en los casos en los que las cifras oficiales están marcadas por eventuales vicios o cuando no están disponibles.
Sobre el llamado ‘exceso de mortalidad’, los investigadores precisan que con ello se refieren a la “diferencia entre el número de personas fallecidas, sin importar la causa de la muerte, y el número de muertes esperadas en ese período”.
Los resultados, a la vez, responden a un ejercicio comparativo, donde se contrapusieron los datos recabados, y una simulación con cifras hipotéticas correspondientes a panoramas donde no se hubiesen desarrollado las correspondientes campañas de vacunación.
De acuerdo con medios internacionales que recogen el estudio, “el modelo tuvo en cuenta las diferencias en la tasa de vacunación entre países, así como la eficacia distinta de cada una de ellas”.
En cuanto a los datos tomados en cuenta para el estudio, sus responsables también aclararon que, para evitar que casos extremos alteraran los resultados, en el estudio no se tomó en cuenta el caso de China, en tanto “su amplia población y sus estrictas medidas sanitarias, podrían haber alterado los resultados.
En ese mismo sentido, más allá de la cifra total de vidas que podrían haberse salvado gracias a la vacunación, el estudio también precisa que los resultados muestran que la mayoría de dichas reducciones en la mortalidad, gracias a la vacunación, se consiguieron en países considerados de altos y medios ingresos, advirtiendo que esa tasa de vidas salvadas también estuvo dada por las posibilidades de los distintos países para acceder a las vacunas, por lo que en sus conclusiones está la importancia en que, desde los distintos gobiernos y las entidades internacionales, se pueda trabajar en un acceso más equitativo a estas.
Así, el estudio precisa que la cifra de vidas salvadas hubiese podido ser 600.000 casos más alta, si se hubiese cumplido con la meta del 40 % de la población de cada país vacunada para finales de 2021, proyectada por la OMS.
“Podríamos haber hecho más”, señalan los responsables del estudio.
Según la OMS, a la fecha han fallecido 6,3 millones de personas en todo el mundo a causa de la pandemia, cifra que podría estar viciada por particularidades en los conteos, advierte el estudio, que proyecta la cifra real en 15 millones, sumando decesos directos e indirectos.