Los veintisiete países de la Unión Europea (UE) acordaron este lunes 6 de diciembre una posición común para impulsar una directiva que promueva salarios mínimos dignos en el territorio europeo, fijando un marco común entre los estados miembro que mejore la prosperidad y la cohesión social de los trabajadores.
Después de estudiar la iniciativa presentada por la Comisión Europea hace un año, los países que integran el bloque acordaron una base para impulsar sueldos mínimos adecuados, favorecer la negociación colectiva y mejorar la protección de los trabajadores. Se trata del primer paso para aprobar una directiva sobre salarios mínimos.
Esta iniciativa se negociará ahora con el Parlamento Europeo, que busca avanzar en el pilar social de la UE y garantizar una mayor prosperidad en el conjunto de la Unión. El pasado 24 de noviembre, por ejemplo, el pleno del Parlamento Europeo dio su visto bueno a la propuesta de crear un marco común que garantice unos salarios mínimos dignos e impulsar la negociación colectiva para que al menos el 80 % de los trabajadores estén cubiertos por este tipo de acuerdos.
Los eurodiputados respaldaron con 443 votos a favor, 192 en contra y 58 abstenciones el inicio de las negociaciones con los estados miembro para aprobar esta directiva, cuyo borrador fue planteado por la Comisión Europea en octubre de 2020. Cabe resaltar que la iniciativa no fija un salario mínimo europeo y ni siquiera obliga a los seis estados miembro que no tienen salarios mínimos estatutarios a crearlos.
En cambio, lo que busca es establecer una serie de criterios comunes que, respetando la soberanía de cada estado miembro, sirvan para elevar la remuneración mínima de cada estado europeo a un nivel “decente”.
Según los datos de Bruselas, los salarios mínimos en la UE varían desde los 312 euros de Bulgaria hasta los 2.142 euros de Luxemburgo. Además, 21 estados miembro funcionan, como España, con un sistema de salarios mínimos estatutarios, mientras que otros seis socios (Suecia, Finlandia, Dinamarca, Austria, Italia y Chipre) se basan exclusivamente en la negociación colectiva.
“Es un paso importante”
El comisario de Empleo, Nicolas Schmit, aseguró que el avance de esta iniciativa “es un importante paso con el que nos comprometemos a que en Europa la gente pueda vivir de su trabajo. Debemos tener sueldos justos y no podemos basar nuestra competencia económica en sueldos bajos”, señaló.
El político luxemburgués se ha mostrado optimista de cara a la negociación con la Eurocámara. Esto pese a las discrepancias de algunos países de la UE, ya que la posición común ha salido adelante sin el apoyo de Hungría y Dinamarca, que defienden sus propios sistemas, mientras que Alemania y Austria se han abstenido.
Pese a que la normativa no obligará a fijar un salario mínimo a nivel de la UE y se limita a establecer mecanismos y herramientas para revisar al alza los sueldos, Schmit celebró que supone un cambio de paradigma para Bruselas, ya que “nadie habría esperado esto hace unos años”.
“Los salarios han estado bajo presión en algunos países de la UE para ir a la baja y ahora mandamos un mensaje fuerte para contar con instrumentos que avancen en una mayor convergencia al alza”, insistió Schmit. Para mejorar los salarios mínimos en el seno de la UE, aquellos países que cuentan con esta figura en su legislación laboral fijarán un marco nuevo para actualizarlos de acuerdo con una serie de criterios “estables y claros”.
La idea es que el salario mínimo se actualice cada cierto tiempo y de manera regular, también se contempla que se pueda ajustar automáticamente con mecanismos de indexación. Otro de los elementos clave de la iniciativa es aumentar la negociación colectiva.
*Con información de Europa Press.