En plena crisis del costo de vida y del sistema de salud, entre otros grandes problemas, el costo de la coronación del nuevo rey es motivo de inquietud entre los súbditos. Por eso, el diario The Sun, de Londres, intentó ir más allá y logró que una fuente del comité organizador de Golden Orb, como se ha llamado a la operación detrás de la ceremonia, le diera un estimado: 100 millones de libras esterlinas, que equivalen a más de 125 millones de dólares.

A partir de ahí, diversos medios convocaron a expertos en historia, estadística, economía y otras áreas, para determinar desde ya el impacto que el acontecimiento podría tener en la vida de las islas y la población considera que vale la pena.

Teniendo en cuenta que este presupuesto sale del bolsillo de los contribuyentes, ¿es esta suma un despilfarro en tiempos de vacas flacas? De acuerdo con The Times, de Londres, si se repartiera el gasto entre los habitantes, saldría a 1.50 libras por cada uno, el precio de una lata de fríjoles Heinz.

En comparación con otras fiestas nacionales alrededor del trono, la cifra se asemeja a lo que se gastó la familia real, de su fortuna, en el matrimonio del propio rey Carlos y Lady Di, en 1981, considerada una de las bodas reales más caras de la historia. No obstante, continuó el diario, es substancialmente menor a los 28 millones de libras, unos 35 millones de dólares, que valieron los festejos del Jubileo de Platino de la reina Isabel, el año pasado.

Comparada con la posesión de los presidentes de Estados Unidos, que en caso de Donald Trump se ubica entre los 100 y los 200 millones de dólares, la coronación no estaría nada lejos de lo previsible, pero, advirtió el rotativo, se han dado 13 ceremonias de este tipo desde 1953, cuando fue la última coronacion en el reino.

El periódico londinense también aseguró que “comparar las cifras de la coronación de Carlos con las de sus antecesores podría ser complicado”, pero sus especialistas llegaron a conclusiones interesantes. Ajustados a la inflación de hoy, los 1.5 millones de libras que se gastaron en la de su madre, Isabel II, hace 70 años, serían 46 millones de libras de hoy, unos 58 millones de dólares.

Los 125 millones de dólares que costaría la ceremonia, se asemejan a la boda Carlos y Lady, en 1981. | Foto: 2007 Getty Images

El informe también equipara la próxima coronación con la que tiene fama de ser la más cara de la historia, o al menos ese fue el deseo del rey Jorge IV, quien, en 1821, se encaprichó con una fiesta realmente descollante, al ver el desastre que había sido la de su padre, Jorge III. Así, ordenó que todo el mundo vistiera trajes de las épocas Tudor y Stuart, para un gasto de 45.000 libras solo en vestidos. El gasto se elevó a 230.000 libras, 23 millones actuales, gracias, además, a la nueva corona que se mandó a hacer para la ocasión, con 12.314 diamantes, las 9.840 botellas de vino que se bebieron y las tres toneladas de carne y nueve toneladas de cordero que se comieron. Las arcas del país quedaron tan maltrechas, recordó el diario, que tras la coronación de su sucesor, Guillermo IV, una década después, no hubo banquete.

Quizás, la mejor manera de averiguar qué tan oneroso es el festejo, continuó el Times, sería considerar su peso en el marco de la economía. En ese caso, Carlos no sale tan mal librado, pues su coronación solo abarcaría el 0.004 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), en tanto que la de su madre representó más del doble, es decir, el 0.009 por ciento del mismo indicador, y la de Jorge IV fue trece veces más cara, ya que abarcó el 0.05.

¿Y qué opinan los británmicos al respecto? Una reciente encuesta de YouGov, arrojó que solo el 32 por ciento de los súbditos de Carlos creen que el dinero de las festividades debe ser costeado por los contribuyentes, frente al 50 por ciento de los que creen que no. El resultado es casi el mismo en todos los grupos de edades, aunque los más reacios fueron aquellos entre los 18 y 24 años, con un 62 por ciento de oposición. Los mayores de 65 años, en cambio, son los menos renuentes, con un 43 por ciento.

La historiadora de la realeza Tracy Borman ha encontrado elementos para afirmar que la relación entre gasto y opinión es complicada. Para la muestra, el caso de la reina Victoria, quien antes de convertirse en el símbolo de una época de esplendor del imperio británico, eligió tener una coronación lo más austera posible, en 1838. El resultado: “La gente criticó la fiesta y la bautizó “la coronación de un penique” (porque le pareció barata). Aunque los festejos no dejaron de ser magníficos y cientos de miles se volcaron a las calles, al pueblo le molestó que ella no hubiera gastado mucho más dinero en ellos”, explicó la especialista.

Más de un siglo después, recordó Borman, la tataranieta de Victoria, Isabel II, fue coronada en medio de las dificultades económicas de la posguerra. A pesar de ello, la decisión no fue reducir los actos a su mínima expresión, sino “darle a la gente algo que la hiciera sonreír”.

El gobierno decretó un día festivo extra que impactará positivamente en sectores como el de los vendedores de cerveza. | Foto: Restringido

Hay quienes han manifestado su preocupación por el impacto que tendrá en la economía el día festivo extra (lunes 8 de mayo) que se declaró para los festejos. Al respecto, el economista Julian Jessop le dijo al periódico que es improbable que eso lleve a la economía nacional a la recesión.

Además, cualquier golpe que puedan sufrir los índices por este feriado, se vería compensado por el consumo extra que traerá ese día de celebración, cuando habrá fiestas en las calles, casas, bares y restaurantes.

A propósito, la UK Beer and Pub Association, que congrega a los sitios de consumo de cerveza, calcula que, durante el largo fin de semana de coronación, se beberán 62 millones de pintas de esa bebida, 16 millones más que en un fin de semana típico de mayo, lo que generará 71 millones de libras, casi 90 millones de dólares.

Por lo demás, si 125 millones de dólares escandalizan a los británicos, el grito en el cielo podría ser mayor, si se confirma que, por el amplio despliegue de seguridad que se requerirá para los tres días de fiesta, tendrán que desprenderse, además, de una cifra que bordea los 188 millones de dólares.