Tras salir de una segunda ronda de negociaciones entre Estados Unidos y Cuba con miras a restablecer las relaciones diplomáticas entre ambos países, la jefa de la delegación cubana dijo el viernes que aunque se lograron progresos todavía no hay un acuerdo. Las relaciones entre los dos países se suspendieron hace medio siglo y aunque el gobierno de Barack Obama desea que las embajadas se reabran en abril, cuando se lleve a cabo la Cumbre de las Américas, los cubanos esperan que primero se les retire de la lista de países que respaldan el terrorismo, que elabora el Departamento de Estado norteamericano. Cuba reclama desde hace años su salida de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, donde aparece desde 1982 y que supone la imposición de sanciones como la prohibición de la venta de armas, de la ayuda económica y restricciones a las transacciones financieras. Roberta Jacobson, la principal diplomática estadounidense para América Latina, encabeza la delegación de su país mientras Josefina Vidal, directora de la sección para Estados Unidos en el Ministerio de Exteriores, lidera la misión cubana. Roberta Jacobson calificó la segunda ronda de conversaciones celebrada hoy en Washington como “alentadora” y “productiva”. El Gobierno de Cuba dijo hoy que aunque reclama su salida de la lista de países patrocinadores del terrorismo que elabora Washington, no lo considera una “precondición” para retomar las relaciones bilaterales con EE.UU. “No hemos establecido enlaces entre la reapertura de embajadas y la eliminación (de Cuba) de la lista de patrocinadores del terrorismo” de EE.UU., dijo la directora general para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Josefina Vidal, al término de la segunda ronda de negociaciones en Washington. “Lo que hemos dicho es que es importante que este asunto se resuelva a lo largo del proceso de restablecer las relaciones”, añadió Vidal. Por su parte, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, dijo hoy que la delegación estadounidense en las conversaciones con Cuba no negociará sobre la posibilidad de sacar a la isla de la lista de países patrocinadores del terrorismo porque ese proceso debe resolverse por separado. El proceso de retirada requiere una notificación formal del presidente de EE.UU., Barack Obama, al Congreso, que tiene desde entonces 45 días para estudiar la iniciativa. Antes de llegar a esa notificación, EE.UU. debe llegar a la conclusión de que “durante los últimos seis meses, el país en cuestión no se ha implicado en el apoyo, asistencia o complicidad de actos terroristas internacionales”, explicó Kerry. Además, es necesario contar con un compromiso del Gobierno en cuestión de que no tiene intención de involucrarse o apoyar el terrorismo en el futuro. Las razones de EE.UU. para mantener hasta ahora a Cuba en la lista -en la que comparte espacio únicamente con Irán, Sudán y Siria- son su presunta acogida de miembros de la organización terrorista vasca ETA y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), además de algunos fugitivos de la justicia estadounidense. Con EFE y AP.