Las autoridades cubanas levantaron la prohibición para que los ciudadanos alquilen viviendas y locales comerciales a las inmobiliarias estatales, pero impusieron precios inaccesibles para muchos bolsillos isleños. La normativa publicada en la Gaceta Oficial permitirá que los cubanos residentes en el país renten a las empresas estatales de bienes raíces que hasta ahora sólo ofrecían el servicio a extranjeros y firmas. El alquiler por metro cuadrado será de cinco dólares mensuales para las viviendas y siete dólares para los locales comerciales. Si el espacio no tipifica como casa o local -por ejemplo almacenes- se cobrará a razón de 10 dólares el metro cuadrado al mes. Los precios deberán abonarse en pesos convertibles -en paridad con el dólar-, una las dos monedas de circulación vigente en la isla. Las personas que arrienden bajo esta modalidad tendrán que abonar también los servicios de agua, luz y teléfono en pesos convertibles. Los montos estipulados serán difíciles de pagar para la inmensa de la mayoría de la población, cuyo sueldo promedio equivale a unos 20 dólares, a los cuales deben sumarse pequeños pagos de estímulo, prestaciones médicas, educación y subsidios en la alimentación y los servicios. Cuba sufre una fuerte crisis habitacional y las autoridades reconocieron que no logran satisfacer la demanda de viviendas nuevas, una situación que se complica con los derrumbes y deterioros ocasionados por el paso de los ciclones tropicales. La normativa, firmada a fines de diciembre del 2012 pero publicada recién este miércoles en la versión digital de la Gaceta Oficial, especificó que se trata de precios mínimos, pues si las viviendas cuentan con otros beneficios como piscinas o terrazas se establecerán incrementos. Actualmente los dueños de casas que tienen disponibles habitaciones pueden alquilárselas a extranjeros -para lo que deben inscribirse y pagar una licencia- en pesos convertibles o a cubanos en pesos cubanos, pero se trata de espacios muy limitados. Ahora serán las inmobiliarias estatales las que podrán operar con los ciudadanos. Una nota publicada por el periódico oficial Granma consideró que la medida beneficiará también al emergente sector de trabajadores independientes del Estado, que se amplió a partir de una serie de reformas impulsadas por el presidente Raúl Castro. "Emprendedores cubanos ahora tienen la posibilidad de basificar (basar) sus iniciativas económicas si están en la esfera comercial, en lugares y edificaciones a los que hasta ahora no podían acceder y con ello, entrar a nuevos segmentos de mercado", reportó Granma. Castro inició un programa de cambios en la isla para sacar adelante la economía que atravesaba serios problemas de eficiencia. Entre estos, flexibilizó el trabajo no estatal, regularizó el mercado de bienes raíces y vehículos; y ofreció tierra ociosa en usufructo a productores. Algunas de las medidas fueron tomadas de manera ambivalente por la población como, por ejemplo, la liberalización de la venta de automóviles a comienzo de enero de este año pues, aunque quitó los condicionamientos para su venta, puso precios de decenas de miles de dólares, incluso si son de segunda mano.