“Se ha tomado la decisión de aplazar la implementación de una decisión de gobierno vinculada con la actualización de los precios de los combustibles”, dijo la viceprimera ministra de Economía y Planificación, Mildrey Granadillo.
La funcionaria argumentó, en un mensaje en el noticiero estatal de la tarde, que la determinación responde a “un incidente de ciberseguridad en los sistemas informáticos (...) cuyo origen se ha identificado en un virus desde el exterior”, que está en investigación.
Las autoridades habían anunciado a principios de mes el incremento a partir del 1 de febrero, como parte de una batería de medidas para tratar de disminuir el fuerte déficit fiscal, que en 2023 fue del 18 %.
Esta alza “tiene como objetivo comprar combustible, podernos aprovisionar (...) para seguir comprando”, y “lograr un suministro estable”, señaló el 8 de enero el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy.
A finales de diciembre, el gobierno admitió que era insostenible continuar, vendiendo el combustible a precios “subsidiados”.
El precio del litro de gasolina regular pasará de 25 pesos cubanos (0,20 centavos de dólar) a 132 (1,10 dólares), lo que equivale +528 %, mientras que la gasolina especial subirá de 30 (0,25 centavos de dólar) a 156 pesos cubanos (1,30 dólares), lo que representa +520 %.
Los automovilistas cubanos aguardaban el miércoles en largas filas que se extendían por cuadras en estaciones de gasolina de La Habana, esperando llenar sus tanques antes del duro aumento.
Lorenzo Castillo, un trabajador independiente de 57 años, lo tiene claro: “Va a cambiar todo porque ahora yo (...) tengo que subir mi precio, cuanto más me lo suban a mí”, advirtió mientras esperaba repostar ante la amenaza de que el jueves el combustible cueste mucho más.
Este cubano cree que habrá un “efecto dominó, entonces ya cambia la vida en la familia y todo, porque si me costaba un taxi (...) 1.000 pesos, ahora va a costar 2.000, no sé, 3.000″, dice preocupado. “Todo es un problema”.
Las autoridades también dispusieron que los turistas extranjeros comenzarán a pagar el combustible en divisas.
Cuba afronta una crónica crisis de combustibles, agravada en abril de 2023, cuando el presidente, Miguel Díaz-Canel, la atribuyó al incumplimiento de compromisos de los países que suministran el crudo a la isla porque enfrentan “una situación energética compleja”.
Venezuela, principal proveedor de crudo de Cuba, entrega a la isla 56.000 barriles diarios, mientras que México y Rusia han contribuido durante el último año a atenuar el severo déficit de la isla.
Además, se anunció un incremento en la tarifa de electricidad del 25 % para el sector de mayor consumo a partir del 1 de marzo.
El gobierno, que subvenciona casi el total de los servicios y bienes básicos que consumen los cubanos, esbozó en diciembre un grupo de medidas para revertir la crisis económica que enfrenta el país, por los efectos de la pandemia, el recrudecimiento de las sanciones impuestas por Washington y las distorsiones internas de su economía.
De acuerdo con estimaciones oficiales, la economía cubana se contrajo hasta un 2 % en 2023, mientras que la inflación cerró en un 30 %, una cifra menor a la de 39 % registrada en 2022.
Con información de AFP