“Ambos gobiernos sabemos que tenemos que trabajar en función de corregir o tomar medidas para evitar la emigración irregular”, dijo el viceministro de Relaciones Exteriores cubano, Carlos Fernández de Cossío en conferencia, al término de este encuentro habitual cada semestre.

“Garantizar una migración segura, ordenada, humana y regular entre Cuba y Estados Unidos sigue siendo un objetivo primordial” para Washington, dijo de su lado el Departamento de Estado en un comunicado.

La delegación estadounidense estuvo presidida por Eric Jacobstein, subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado.

Banderas de Cuba y Estados Unidos | Foto: Agencia AP

La emigración irregular desde la isla había caído en la primera parte del año gracias al programa conocido como Parole, que fue implementado en enero por la administración de Joe Biden. Bajo este programa, dirigido a facilitar la migración legal a cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos, unos 55.368 cubanos volaron entre enero y octubre directamente a Estados Unidos.

Sin embargo, en ese periodo 108.529 cubanos llegaron por la vía ilegal a Estados Unidos, entre ellos 46.451 lo hicieron durante agosto, septiembre y octubre, según cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.

La semana pasada, autoridades de Estados Unidos expresaron su preocupación por el “dramático” incremento de vuelos subarrendados que facilitan la migración irregular desde Cuba hacia Nicaragua, desde donde los cubanos inician la travesía hasta la frontera estadounidense.

“Nadie debería beneficiarse de la desesperación de los migrantes vulnerables”, dijo la semana pasada en X (antes Twitter) el subsecretario de estado estadounidense, Brian Nichols.

Fernández de Cossío informó que esos vuelos ya empezaron a bajar. “Esa situación ya no está, ya no es tal como se presentó en aquel momento”, apuntó. El viceministro de Exteriores dijo que, durante la reunión, Cuba hizo patente la necesidad de atacar las causas de la migración.

Pobladores de La Habana. | Foto: AFP or licensors

La Habana considera que la crisis económica de la isla, la peor que haya vivido en tres décadas, obedece al endurecimiento del embargo de Washington hacia Cuba desde 2019 y a su reinclusión la lista negra de patrocinadores del terrorismo.

Cuba ha denunciado además que Washington estimula la emigración con leyes que privilegian a los cubanos para regularizar su situación en Estados Unidos. La emigración masiva de cubanos se detonó en noviembre de 2021, cuando Nicaragua eliminó el requisito de visado. Solo en 2022 unos 313.000 cubanos tomaron ese camino.

En el mes de abril de 2022, las autoridades de ambos países reactivaron las conversaciones migratorias que habían quedado suspendidas desde el año 2017. Este paréntesis se originó cuando el gobierno encabezado por Donald Trump retiró el personal diplomático, argumentando la existencia de supuestos ataques sónicos que generaron tensiones en las relaciones bilaterales.

Aunque el panorama experimentó un cambio positivo con la reapertura del consulado en mayo de 2022 y el reinicio del proceso de entrega de visas para la reunificación familiar, aún persisten desafíos significativos para la comunidad cubana.

Cuba.

A día de hoy, los ciudadanos cubanos enfrentan la peculiaridad de tener que desplazarse a un tercer país para llevar a cabo el trámite de obtención de una visa de turista, añadiendo complejidad y costos adicionales a este proceso migratorio.

Esta situación ha generado un contexto complejo y en ocasiones oneroso para aquellos que buscan reunirse con sus seres queridos o simplemente desean emprender viajes turísticos. A pesar de los avances logrados con la reapertura del consulado y la entrega de visas para la reunificación familiar, la necesidad de gestionar la visa de turista en otro país persiste como una barrera que plantea desafíos logísticos y económicos para la comunidad cubana.

*Con información de AFP.