Estados Unidos y Cuba sostuvieron una reunión de “intercambio técnico” para el combate al terrorismo, en el que La Habana reiteró su reclamo por su presencia en la lista de patrocinadores del terrorismo, informó el viernes el Ministerio del Interior de la isla.
La dependencia detalló que se llevó a cabo “un intercambio técnico entre autoridades” de los dos países, durante dos días en La Habana, “sobre cooperación para el enfrentamiento al terrorismo, incluido el secuestro de aeronaves y embarcaciones marítimas y el empleo de redes digitales con fines violentos”.
Este encuentro se celebra pese a que Washington dijo hace un mes que no tiene previsto retirar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo que emite el Departamento de Estado, tras reincluirla en 2021 al final de la administración de Donald Trump (2017-2021).
Hay un “listón extremadamente alto para” sacarla, dijo el secretario de Estado, Antony Blinken, ante el Congreso de Estados Unidos. En el encuentro Cuba expresó “el más absoluto rechazo a la lista que emite el Departamento de Estado sobre este tema”, dijo en un comunicado el ministerio.
El gobierno de Trump reincluyó a Cuba en la lista al argumentar que se negó a extraditar a los líderes de la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia.
En 2022 la delegación del ELN salió de Cuba para iniciar conversaciones de paz con el Gobierno colombiano en Caracas en noviembre y en México en marzo. La negociación vuelve el próximo martes a La Habana para una tercera ronda de conversaciones.
Cuba, sujeta a un embargo de más de 60 años e inmersa en una severa crisis económica, enfrenta con esta medida fuertes dificultades para realizar transacciones financieras internacionales que le permitan importar comida e insumos básicos.
Otra potencia mundial, considerada pacífica, sella acuerdos militares para su defensa
La invasión de Rusia a Ucrania, los ensayos con armas de destrucción masiva por parte de Corea del Norte y las provocaciones entre China y Estados Unidos por cuenta de Taiwán han hecho que países que últimamente se han caracterizado como pacíficos han tenido que tomar medidas militares de manera inmediata.
Ese es el caso de Japón, que mediante su Parlamento nacional aprobó el viernes 28 de abril los nuevos tratados de cooperación militar con Australia y Reino Unido como instrumento de defensa adicional contra la presencia de China en el Indo-Pacífico, en un momento en que las relaciones entre Tokio y Pekín atraviesan “una coyuntura crítica”, según el nuevo embajador de China en Japón, Wu Jianghao.
Los llamados Acuerdo de Acceso Recíproco (RAA) con Londres y Canberra, todavía pendientes de ratificación en los parlamentos británico y australiano, son estructuralmente muy parecidos a los acuerdos militares bilaterales entre Estados Unidos y Japón, que facilitan el despliegue de fuerzas conjuntas en simulacros de combate o en operaciones de ayuda a desastres, informa la agencia oficial de noticias Kiodo.
Estos acuerdos además tienen un alcance jurídico particular al estipular la jurisdicción pertinente en el caso de que un militar cometa un crimen en otros país firmante del tratado, teniendo en cuenta que la pena de muerte sigue vigente en Japón, pero no en Australia ni Reino Unido.
El Gobierno japonés estrecha así todavía más sus vínculos con el eje AUKUS (Australia - Reino Unido - Estados Unidos) dentro de la remodelación integral de su nueva estrategia militar anunciada a principios de este año y que se desvía de su tradicional postura defensiva para adoptar una aproximación más agresiva, en particular en el Indo-Pacífico.
Todo esto se da luego que el nuevo embajador chino se presentara en sociedad no solo avisando del delicadísimo estado de las relaciones bilaterales, sino también de que en modo alguno China permitirá que Japón se entrometa en los asuntos internos del país como, por ejemplo, sus reclamaciones de soberanía sobre Taiwán.
“La idea de que Taiwán está vinculado a la seguridad de Japón es absurda y carece de cualquier tipo de base”, declaró el diplomático de 59 años y experto en las relaciones bilaterales entre ambos países antes de recalcar que su país “en modo alguno tiene intención de tratar a Japón como un enemigo”.
Con todo, las autoridades de Japón han mostrado hoy su “recelo” ante las maniobras militares realizadas por China y Rusia en la región y han advertido de que los intereses nipones “se encuentran ante la mayor amenaza”.
*Con información de la AFP.