Desde hace unos días se llevan a cabo jornadas de protestas en Cuba en contra del régimen de la isla y que buscaban también captar la atención del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.

Sin embargo, la respuesta del mandatario estadounidense “decepcionó” a los manifestantes, pese a que la mayoría de los ciudadanos de ese país celebraron la llegada del candidato demócrata a la Casa Blanca, tras la tensión en las relaciones durante la administración de Donald Trump.

Previo a ser elegido, Biden había afirmado que una vez llegara al poder eliminaría las restricciones impuestas por Trump sobre las remesas y los viajes, que según él perjudicaron a los cubanos y a las familias separadas.

No obstante, a seis meses de haber tomado posesión como presidente, los cubanos siguen esperando las acciones que prometió para respaldar lo que dijo en campaña.

“Obviamente ha decepcionado a muchos (cubanos) que esperaban, no que volviera a las políticas (de Barack) Obama, sino que revertiría las medidas más crudas de Trump”, dijo en diálogo con la AFP el académico y exdiplomático cubano, Carlos Alzugaray.

Por su parte, el argumento del gobierno cubano para explicar las históricas manifestaciones del 11 de julio, fue que se orquestó una campaña en Twitter desde los Estados Unidos para desestabilizar el régimen.

“Tengo pruebas irrebatibles de que la mayoría de los usuarios que participaron en esta campaña se encontraban en EE. UU., y que utilizó sistemas automatizados para la viralización de los contenidos, sin ser penalizados por la red social Twitter”, aseguró el martes el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez.

Para el ministro, estas protestas, en las que miles de cubanos se manifestaron al grito de “libertad”, “tenemos hambre” y “abajo la dictadura”, no fueron un “estallido social”, sino el resultado de una “guerra de comunicación y de información contra Cuba”.

¿Y el gran culpable? La etiqueta #SOSCuba, lanzada a comienzos de julio para alertar sobre la grave situación sanitaria en la isla, que enfrenta un aumento de los casos de coronavirus y demanda ayuda humanitaria desde el exterior.

Para Julián Macías, español experto en redes sociales, invitado el martes a un programa de la televisión estatal cubana, hay muchos números extraños alrededor de esta palabra clave. “Entre el día 5 de julio, cuando se empezó a usar el hashtag #SOSCuba, y el 8, se pusieron unos 5.000 tweets con esta mención”, le explicó Macías a la AFP.

Y no paró de crecer: 100.000, el día 9; 500.000, el 10; 1,5 millones, el 11; dos millones, el 12, explicó, después de un análisis.

Las cuentas que utilizan esta etiqueta “son de muchos sitios, y para mí hay una red internacional de cuentas relacionadas con un espectro ideológico”, pues “son las mismas cuentas que participaron en las campañas para atacar a AMLO (el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador), el gobierno de Argentina y el gobierno español”, todos de izquierda.

Según él, se trata de cuentas falsas o cuentas automatizadas utilizadas para publicar un gran número de tuits.

Doug Madory, director de Análisis de Internet en la sociedad tecnológica Kentik, se mostró escéptico sobre la teoría oficial: “¿Alguien envía un tweet en Estados Unidos que lanza a la gente a la calle en Cuba? (...). Me cuesta creerlo”.

“No sé si uno podría sentarse y tratar de crear una campaña en Twitter que tenga una influencia tal sobre el cubano promedio que, de la nada, lo convenza de hacer cosas que de otra manera no hubiera hecho”, agrega.

Aunque reconoce la existencia de los tuits automatizados en las campañas, el experto dice que “es probable que esto también lo haga el gobierno cubano”, algunos de cuyos seguidores son sorprendentemente idénticos en sus tuits.

Madory recuerda que frente a esto las autoridades disponen de un arma formidable a su disposición: cerrar el grifo. De hecho, desde el mediodía del domingo hasta la mañana del miércoles, el internet móvil fue inaccesible.

Empezó a regresar el miércoles de manera inestable y sin acceso a las redes sociales, pero el jueves se restablecieron completamente.

Aunque el gobierno no confirmó que había restringido internet y se limitó a subrayar su “derecho a defenderse”, una presentadora de la televisión estatal dio la noticia la noche del martes. “Entiendo como periodista, aunque me dañe, la medida del corte de las redes sociales, porque es el área donde se está organizando la guerra contra Cuba”, añadió.

Para el politólogo cubano Harold Cárdenas, “sería una simplificación decir que es una campaña de Estados Unidos, porque evidentemente hay muchas otras razones detrás de las protestas”. Por ejemplo, “conozco comunistas que estuvieron presos el otro día por estar en las protestas”.

“Creo que [las autoridades] atribuyen una importancia exagerada a lo que ocurrió en Twitter”, pues estas manifestaciones estuvieron sobre todo motivadas por “el cansancio, el agotamiento económico”.