El siempre espinoso tema migratorio centrará una cumbre de gobernantes de los 27 países miembros de la Unión Europea en la ciudad española de Granada, a dos días de que el bloque avanzara hacia una reforma migratoria a la que se oponen Polonia y Hungría.
El tema de la migración se añadió al orden del día de esta cumbre informal de jefes de Estado y de gobierno en medio de una nueva oleada de migrantes llegados a la isla italiana de Lampedusa, que volvió a provocar tensiones en el bloque.
El miércoles, los embajadores de los países de la UE alcanzaron un acuerdo clave para avanzar en la reforma del Pacto de Migración y Asilo, después de tres años de parálisis en las negociaciones sobre el asunto.
La reforma busca implementar un mecanismo de solidaridad obligatoria entre los Estados miembros si alguno de ellos enfrenta la llegada masiva de migrantes a sus fronteras, como ocurrió durante la crisis de refugiados sirios de 2015 y 2016.
El texto, que también modifica los procedimientos tradicionales de asilo haciéndolos menos protectores para los inmigrantes, requirió un compromiso para superar las reticencias alemanas e italianas.
El reglamento, que debe aún ser objeto de negociaciones en el Parlamento Europeo, fue aprobado el miércoles por mayoría cualificada.
En la votación, Austria, Eslovaquia y República Checa se abstuvieron, mientras que Polonia y Hungría se opusieron, dejando ver las grietas que provoca la cuestión.
“Línea más pragmática”
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, de extrema derecha, mostró su satisfacción.
“La percepción y las ambiciones de Europa en materia de migración están evolucionando hacia una línea más pragmática de legalidad, de deseo de luchar contra los traficantes, de querer detener la inmigración ilegal”, se congratuló el jueves.
Pero el Gobierno nacionalista del polaco Mateusz Morawiecki, a diez días de unas elecciones legislativas que se antojan cerradas, anunció que vetará la reforma migratoria, al considerar que es producto de un “dictado de Bruselas y de Berlín”.
Pero ni Polonia ni Hungría pueden realmente oponer un veto, ya que estos textos se aprueban por mayoría cualificada, un procedimiento que estos dos países siguen rechazando.
De hecho exigieron, sin éxito, que la declaración final de la cumbre de Granada incluyera una referencia a la necesidad de lograr la unanimidad para adoptar una reforma migratoria, señalaron fuentes diplomáticas.
“Determinación”
Este desacuerdo podría hacer que fracasara el intento de emitir una declaración común sobre migración, tal y como ocurrió en una cumbre en Bruselas en el verano boreal, cuando Polonia y Hungría bloquearon las conclusiones para dejar claro su rechazo a otros textos migratorios.
La declaración sobre migración que se debatirá el viernes se ha ido endureciendo durante su elaboración.
El proyecto, al que tuvo acceso la AFP, subraya la necesidad de abordar la migración irregular “inmediatamente y con determinación” y de “aumentar los retornos” de los inmigrantes irregulares.
También muestra el compromiso de la UE de establecer “una colaboración mutuamente beneficiosa con los países de origen y de tránsito”.
*Con información de AFP