En Nicaragua, el gobierno de Daniel Ortega mantiene una batalla con la Iglesia católica que ha incrementado en los últimos meses con la detención de miembros de la misma, como el obispo, Rolando Álvarez, a quien se le dictaron 26 años de cárcel por “traición a la patria”. El oficialismo ha calificado a la institución como una “dictadura perfecta” en la que no hay ‘democracia’.
El 22 de febrero con el miércoles de ceniza comenzó oficialmente la Cuaresma, siendo el tiempo de preparación de los feligreses para la Semana Mayor. Para los católicos, una de las tradiciones en este tiempo son las procesiones, previo a los días santos, que empiezan con el domingo de ramos (el 2 de abril) hasta el sábado de resurrección (8 de abril).
En medio de las tensiones, el gobierno de Ortega prohibió las procesiones en todo el país como parte de un nuevo choque y luego de que la semana pasada calificara a la iglesia como una “mafia”. Pese a que las autoridades eclesiásticas ni la policía nicaragüense han emitido un comunicado con la disposición, algunas parroquias han expresado la limitación.
“Pedimos a la comunidad paciencia”
En medio de la eucaristía, un sacerdote compartió un mensaje de parte del vicario general para estas fechas. “El viacrucis por orden de la Policía se va a hacer en torno a la manzana, así es que oremos nada más, vamos a hacerlo. Oremos (...) sin comentarios, por el amor de Dios, por favorcito (...). Es una orden que hay que respetar, solo les pido que oremos, la oración mueve montañas”.
Un párroco del departamento de Carozo le confirmó al diario Confidencial la medida que marca una diferencia en la manera en que solía conmemorarse la Semana Santa.
“Esta normativa la han dispuesto las autoridades. Nosotros pedimos a la comunidad paciencia y pedimos al Señor que en la Cuaresma a todos nos conceda la gracia de la conversión”, señaló a dicho medio el religioso, antes de agregar que las intenciones de los fieles se leerían en el interior del templo.
Con la disposición se revierten los preparativos que habían organizado feligreses como una mujer en el municipio de Jinotepe, quien lamentó la limitación impuesta. “A mí me tocaba una estación del viacrucis, ya estaba preparada, hasta flores encargué y se quedarán listas. Las llevaré a la parroquia porque en la tarde nos dijeron que la Policía no dio permiso para que saliera el Nazareno”, recogió de sus palabras Confidencial.
La crítica de Ortega contra la Iglesia
El líder sandinista, Daniel Ortega, cuestionó a mediados de febrero pasado a la Iglesia católica y elevó su tono al aseverar que una “mafia” en el Vaticano se encargaba de hacer la elección del papa y otros jerarcas. Su cuestionamiento giró en torno a por qué el pueblo no elige a los miembros de la institución religiosa.
“El pueblo debería elegir a los cardenales y tendría que haber una votación en el pueblo católico, en este caso, en todas partes, para que se elija también al papa, por voto directo del pueblo, que sea el pueblo el que decida y no la mafia que está organizada allá en el Vaticano”, aseguró.
Su acusación llegó más de una semana luego de que el papa Francisco expresara su preocupación por la situación en la nación centroamericana, así como por la detención del obispo Rolando Álvarez, quien se habría negado a sumarse a los más de 200 opositores que fueron enviados a Estados Unidos. “Las noticias que llegan de Nicaragua me han entristecido mucho”, dijo el sumo pontífice, informó AFP.
Poco antes, el oficialismo había retirado la nacionalidad e inhabilitado de por vida para ejercer cargos públicos a 94 opositores, entre los que se incluyen los escritores Gioconda Belli y Sergio Ramírez, además de anunciar la confiscación de bienes.