Desde hace un par de semanas, algunos países del mundo se han puesto en la tarea de programarse para aplicar una tercera dosis de las vacunas contra el coronavirus, para reforzar la inmunidad contra la enfermedad y evitar que surjan nuevas variantes más peligrosas. Esta decisión, no obstante, ha sido ampliamente criticada por autoridades y expertos.
En reiteradas ocasiones, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha afirmado que este tipo de decisiones lo que hacen es retrasar la inmunidad colectiva del planeta, ya que las naciones más ricas se quedan con la oferta de medicamentos e impiden que los más pobres puedan acceder a las dosis lo más pronto posible.
Incluso, Soumya Swaminathan, científica de la entidad, manifestó en rueda de prensa que los “datos actuales no indican que las dosis de refuerzo sean necesarias”. En cambio, alcanzar una mayor inmunidad en todo el planeta sí.
Desde la entidad han sido claros en señalar que es necesario que en los próximos meses, todos los países del mundo alcancen al menos un 10 % de inmunidad para empezar a controlar la propagación del virus. Así, el próximo año se avanzaría aún más en el objetivo de tener inmunidad en el 70 % de los seres humanos, aunque para eso, hacen falta 11.000 millones de dosis, según anunció la misma OMS.
Sobre la tercera dosis, la científica jefe de la OMS indicó que se debe “esperar a que la ciencia diga cuándo se necesitan los refuerzos, para qué grupos de personas y para qué vacunas”, antes de empezar a aplicarlas.
Desde una mirada “moral y ética”, la experta criticó el hecho de que los países ricos administren la tercera dosis “cuando el resto del mundo espera su primera inyección”.
“En este contexto, me sorprendieron las informaciones según las cuales las vacunas de J&J fabricadas y envasadas en Sudáfrica abandonan el continente y van a Europa”, agregó. E hizo un llamado al laboratorio para que privilegie a África, en donde se han administrado una baja cantidad de dosis.
Estados Unidos autoriza tercera dosis
Como habían advertido algunos estudios y expertos, la efectividad de las vacunas contra el coronavirus disminuye con el paso del tiempo, por lo que se haría necesaria la aplicación de una dosis de refuerzo.
Así lo manifestaron las autoridades sanitarias de Estados Unidos luego de aprobar que las personas que recibieron las vacunas anticovid de Pfizer y Moderna podrán recibir una tercera dosis, ocho meses después de la segunda. Esto comenzaría a aplicarse desde el próximo 20 de septiembre.
“Los datos disponibles muestran claramente que la protección contra la infección por SARS-CoV-2 comienza a declinar con el tiempo después de las primeras dosis de la vacuna”, según un comunicado conjunto de altos funcionarios, entre ellos la directora de los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC), Rochelle Walensky, y Janet Woodcock, directora interina de la Agencia de Medicamentos de Estados Unidos (FDA).
“Sumado al predominio de la variante delta, estamos comenzando a ver evidencia de una protección reducida contra los casos leves y moderados de la enfermedad”, añadió.
Los primeros que podrán beneficiarse de esta dosis de refuerzo serán personas alojadas en “residencias de ancianos”, “otras de edad avanzada” y “muchos profesionales de la salud”, que fueron las primeras categorías de la población en ser vacunadas en Estados Unidos.
Así mismo, otros países como Israel, Reino Unido, Francia o Alemania, también han anunciado que aplicarán una tercera dosis de las vacunas en los próximos meses, principalmente, para los mayores de 50 años y las personas con algún tipo de comorbilidad.
En Israel ya inició esta tercera aplicación de las dosis, mientras que en Europa es probable que inicie para septiembre o antes de que finalice este año.