Las autoridades conocieron que en Paris está operando una red de narcotráfico urbana, en la que la droga se suministra a domicilio, tal como si fuera el envío de comida.
Esta información la dio a conocer Virginie Lahaye, jefa de la brigada antidroga de Paris, quien explicó que existe un repartidor que transporta y suministra los estupefacientes a las personas en la puerta de sus casas. Comercializa cocaína, la cual es empacada en bolas de plástico que son entregadas. El precio de una bola, equivalente a un gramo, es de 70 euros.
La red opera como si fuera un servicio de domicilio de comida, dado que los traficantes la reparten en las casas, movilizándose por los barrios y contando con el servicio en la entrada de los hogares. El servicio de encargo parte de una conversación por WhatsApp o Signal, la cual está encriptada. En esa conversación, las dos partes estipulan el envío, dando la dirección y la cantidad de cocaína que desean adquirir.
Los consumidores prefieren pasar por un servicio de mensajería y que una persona que aparenta ser un repartidor le entregue la mercancía a la puerta de casa, explicó Lahaye al indicar que los repartidores principalmente comercializan en los suburbios sórdidos.
Bajo este contexto, las autoridades parisinas se encuentran trabajando en aras de desarticular este modelo de negocio. Recientemente, una red de tráfico de cocaína fue arrestada en Europa, la cual traía mercancía directamente de América a través del mar.
Por medio de un operativo en conjunto entre Francia y España, las autoridades desarticularon a una banda acusada de transportar y comercializar cocaína en territorio europeo, la cual provenía de América. La información de la Policía y la Guardia Civil de España indicó que esta red administraba cocaína. En diciembre incautaron 740 kilos que querían ingresar por medio de un velero.
La embarcación fue detenida al noroeste de las islas Azores, un grupo de nueve islas portuguesas ubicadas en el océano Atlántico. Sumado a ello, las autoridades también encontraron mercancía en un piso franco de dos hermanos franceses que se encontraban en Paris. Desde el 2021, las autoridades españolas estaban siguiendo el caso, llamándolo Garlankore y contó la coordinación de Eurojust, la agencia de la Unión Europea encargada del refuerzo de la cooperación judicial entre los Estados miembros.
También descubrieron que la metodología era que la cocaína entraba a España proveniente de Venezuela y Colombia, para ser distribuida en Francia. Hace pocos días, incautaron más mercancía (mil kilos), 800.000 euros, armas de fuego, equipos satelitales para embarcaciones, vehículos, teléfonos móviles con sistemas de comunicación encriptados y detuvieron a quince presuntos sospechosos de hacer parte de la red. Asimismo, se conoció que la cocaína incautada estaba dispuesta a ser distribuida en primer lugar a Cádiz y Málaga, para luego llegar a la región Ile de France, la cual corresponde a la región metropolitana de Paris.
Entre los capturados, se detectaron miembros de una mafia de Marsella. Uno de ellos era un conocido criminal francés que estaba vinculado al crimen organizado hace más de dos décadas. Además del tráfico de estupefacientes, el personaje en cuestión también tenía antecedentes de robo de bancos y haber asesinado a un policía durante un robo.
La situación de tráfico de drogas en Europa no compete exclusivamente a Francia. Recientemente, el aeropuerto de Schiphol, ubicado en Ámsterdam, Países Bajos, se sumó a la lista de las estaciones aéreas donde están arribando en mayor medida los cargamentos de sustancias ilícitas. La organización Insight Crime sostuvo en en las últimas seis semanas, las autoridades del aeropuerto interceptaron tres cargamentos de metanfetamina y cocaína provenientes de México. Esta cifra no se habían visto antes, por lo que evidencia una tendencia de tráfico de narcóticos en Europa.
El pasado 5 de enero, las autoridades incautaron 136 kilos de cocaína y 9 kilos de metanfetamina. Además, en diciembre se dio a conocer un informe de Europol y la Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA) que afirmó que en el último tiempo, han identificado una mayor colaboración entre los carteles mexicanos y redes criminales alrededor de todos los países de la Unión Europea, principalmente en los aeropuertos de las importantes ciudades.
““Lo más común es que se camufle la droga entre alimentos, materiales y equipos de construcción, y otras mercancías, como filtros de agua y marcos de puertas de madera”, señaló el documento, señalando que la mayor parte de las metanfetaminas que entran al continente se dirigen a destinos comerciales como Oceanía.