Este jueves 8 de septiembre, la cuenta oficial de la familia real del Reino Unido confirmó la muerte de la reina Isabel II, una de las monarcas más longevas de toda la historia.
Ahora, a sus 96 años y después de siete décadas en el trono, Isabel II deja como nuevo rey del Reino Unido a su hijo, el príncipe Carlos de Gales.
A pesar de que la reina siempre fue conocida por su fortaleza, desde hace algunos años su estado de salud era uno de los temas más cuestionados en el país europeo.
En la mañana de este jueves se prendieron las alarmas en la realeza británica, luego de que el palacio de Buckingham informó a través de un comunicado que la salud de la monarca era tema de preocupación.
“Tras una nueva evaluación esta mañana, los médicos de la reina están preocupados por la salud de su majestad, y han recomendado que permanezca bajo vigilancia médica”, afirmó.
La reina, que desde hace algunos meses se encontraba viviendo en el castillo de Balmoral, en Escocia, falleció al mediodía de este 8 de septiembre.
Aunque aún no se conocen los detalles de su muerte, en los últimos años Isabel II tuvo varios quebrantos de salud que la obligaron a ausentarse de múltiples eventos públicos.
En marzo de 2013, por ejemplo, la soberana de los británicos tuvo que ser hospitalizada para recibir tratamiento médico por una gastroenteritis.
En octubre de 2021 volvió a pasar la noche en un hospital, aunque no se supo más que era por motivo de exámenes “preliminares”.
De hecho, en ese mes, los médicos prohibieron a la monarca la ingesta de alcohol.
En las semanas siguientes, la reina hizo algunas apariciones públicas en las que utilizó un bastón para ayudarse a caminar, cosa que no ocurría desde 2004, cuando fue sometida a una operación de rodilla.
Un esguince en la espalda no le permitió participar del Domingo del Recuerdo el 13 de noviembre.
Ya en febrero de este año, la difunta reina se contagió de covid-19, pero el palacio informó que sus síntomas eran leves, como si de un resfriado se tratase, por lo que continuó con tareas menores.
La última aparición pública de la reina Isabel II fue cuando recibió a la nueva primera ministra británica, Liz Truss, el 6 de septiembre de este año.
En esa ocasión, algunas personas comentaron sobre la mano de la monarca, que tenía una gran mancha azul y una postura más encorvada que rígida.
La recién nombrada como primera ministra del Reino Unido manifestó su dolor por la muerte de la reina Isabel II.
“Estamos todos devastados por las noticias que hemos recibido de Balmoral [...], la muerte de su majestad la reina fue un gran impacto para la nación y el mundo”, declaró Truss al frente de la oficina del primer ministro en el número 10 de Downing Street.
Así mismo, la diplomática entrante reconoció el legado que tuvo la monarca para el país: “La reina Isabel II fue una roca sobre la que se construyó el Reino Unido moderno. Nuestro país floreció durante su reinado”, señaló.
Coronada el 6 de febrero de 1952, tras el fallecimiento de su padre, Isabel II de Inglaterra protagonizó el más longevo reinado de la historia del Reino Unido.
En 2016 alcanzó y sobrepasó los 64 años de la ‘era victoriana’ de su tatarabuela, la reina Victoria I de Inglaterra (1837-1901).
Además, durante todo su reinado presenció eventos que marcaron la historia del mundo, como la Segunda Guerra Mundial y la pandemia de la covid-19.