La estrella de las redes sociales israelíes, Hadar Muchtar, locuaz y de aspecto seguro para sus 21 años, intenta llevar a su partido al Parlamento denunciando la carestía de la vida en sus videos por TikTok.

Un video alcanza 400.000 vistas, otro 700.000. La influencer aprovechó su éxito para fundar el partido Tzeirim Boarim (jóvenes en llamas) que ella misma preside, de cara a las elecciones legislativas del primero de noviembre.

A diferencia de los grandes partidos, no dispone de una maquinaria política afinada, sino de dos activos: su dominio de la web y un mensaje claro dirigido a la juventud desencantada.

Hasta ahora, muchos israelíes solo habían visto a la activista de cabello largo y negro en sus celulares. Es principalmente en redes sociales, con sus más de 103.000 suscriptores, que Muchtar hace campaña para llevar a Tzeirim Boarim a la Knéset, es decir el Parlamento israelí, en las quintas elecciones en tres años y medio en Israel.

“Queremos reducir el costo de la vida. Vivir en Israel es realmente difícil para jóvenes como yo”, dijo la joven a la AFP.

En una cálida tarde de otoño en el mercado de Mahane Yehuda, en el centro de Jerusalén, la candidata, acompañada de activistas, corea enérgicamente en un micrófono: “¡No tenemos dinero para vivir aquí!”.

“Queremos bajar los precios de los alquileres de apartamentos y los pasajes de transporte”, declara ante la multitud de curiosos que la aplaude. “¡Venimos a hacer una revolución juvenil en Israel!”, proclama en la aglomeración, entre selfis con simpatizantes.

Sangre nueva

Fue durante un intercambio universitario en Alemania que esta estudiante de informática comenzó a publicar videos en la plataforma TikTok comparando los precios de productos en Alemania, mucho más baratos que en su país de origen.

Según un estudio publicado a finales de septiembre por el centro de investigación Instituto Israelí de Democracia, los precios en Israel son 40 % más altos que en los de la eurozona y 17 % superiores a los de Estados Unidos.

“Yo publico muchos videos porque es lo que tengo, yo no tengo dinero para grandes anuncios”, dice la candidata.

“Ella lucha por ideas que yo apoyo”, afirma Yalli Zikri, de 21 años, quien llegó con su familia al concurrido mercado. “Es tiempo de que los jóvenes entren en el Parlamento”, acota su padre Ilan, de 52 años.

“Tenemos los mismos políticos desde hace 20 años”, se lamenta Muchtar, quien dice querer “aportar sangre nueva al sistema”.

Referendos

En Israel, la ley establece un umbral de 3,25 % de los votos para que los partidos lleven cuatro diputados al Parlamento, de 120 escaños.

Si Tzeirim Boarim, con 1% de las intenciones de voto en las encuestas, supera ese umbral, la joven influencer no podrá, no obstante, integrar la Knéset porque no había cumplido los 21 años en el momento de la presentación de las listas, como lo exige la ley.

“No puedo sentarme en la Knéset, pero sí puedo ser ministra”, un cargo que no requiere edad mínima, critica Muchtar, quien aboga por la organización de referendos sobre temas sensibles, como el conflicto israelí-palestino.

Si entra al Parlamento, su partido formará una coalición de gobierno con el mejor postor, indica.

“Iré con la persona que nos dé lo que queremos”, declaró, ya sea Benjamin Netanyahu, ex primer ministro de derecha acusado de corrupción que busca un nuevo mandato, el centrista y actual primer ministro Yair Lapid, o el exjefe del Ejército Benny Gantz, líder de una formación de centroderecha.

Para Oriel Matalon, de 20 años y originario de Haifa, al norte, Muchtar es “muy valiente”.

“Alguien tiene que llevar esta lucha”, declara el joven que, sin embargo, pretende votar por Itamar Ben Gvir, el candidato de extrema derecha que también está en ascenso entre la juventud del país. “Le deseo lo mejor. ¡Éxito!”, le dice.

*Con información de la AFP.