Las autoridades metereológicas de Argentina decretaron la alerta amarilla por fuertes tormentas eléctricas y caída de granizo en ocho provincias del país, entre ellas Buenos Aires.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, SMN, la situación más crítica se presenta en la provincia bonaerense donde en la tarde/noche se esperan tormentas de variada intensidad.
El organismo indicó que estas podrán ser fuertes y estar acompañadas de ráfagas, con la posibilidad de caída de granizo, fuerte actividad eléctrica y abundante lluvia en cortos períodos.
El SMN informó, así mismo, que la alerta amarilla se extiende a las provincias de San Luis y de La Pampa; para el este de Las Heras, La Paz, Lavalle, San Martín y Santa Rosa, en Mendoza; para los departamentos de Juárez Celman, General Roca, Presidente Roque Sáenz Peña y zona baja de Río Cuarto, en Córdoba; y para la costa de Adolfo Alsina, en Río Negro.
Se esperan precipitaciones acumuladas que oscilan entre los 15 y 50 milímetros, en algunas de las zonas afectadas de estas ocho provincias.
En el caso de Santa Cruz y en la meseta de Escalante, Sarmiento, sudoeste de Florentino Ameghino, en Chubut, la medida rige debido a los fuertes vientos en el sector, con velocidades de entre 50 y 70 kilómetros por hora y ráfagas que pueden superar los 100 kilómetros por hora.
“Aviso a muy corto plazo: tormentas fuertes con lluvias intensas, ráfagas y ocasional caída de granizo”, indicó en su cuenta en Twitter.
Temperaturas extremas
El servicio metereológico señaló que en Santa Cruz y Chubut se esperan vientos de entre 50 y 70 kilómetros por hora, mientras que, en contraste, en Mendoza, San Luis y Entre Ríos se prevén altas temperaturas, con máximas que pueden llegar a los 38 grados.
Debido a temperaturas extremas, las autoridades decretaron una alerta naranja en la zona serrana y zona baja de Belgrano y de Juan Martín de Pueyrredón en San Luis, donde se aguardan máximas de 38 grados.
Entre tanto, en el este de San Luis y gran parte de la provincia de Mendoza están bajo alerta amarilla también por calor.
La misma advertencia meteorológica rige en las localidades Diamante, La Paz, Nogoyá, Paraná y Villaguay, pertenecientes a la provincia de Entre Ríos, donde está pronosticada una máxima de 36 grados.
Sequía amenaza con dejar sin servicio de agua a importantes ciudades de Perú
Entre tanto, las autoridades encendieron las alarmas frente a la situación de sequía que actualmente atraviesa Perú por falta de lluvias, y alertaron sobre los efectos que esto tendrá para el suministro del servicio hídrico en algunas de las principales ciudades del país entre las que se destacan Lima y Callao.
De acuerdo con medios locales, las autoridades de ese país lamentaron la falta de lluvias en la región central del país, y admitieron que la falta del recurso hídrico obligará a posiblemente tener que poner en marcha un plan para racionalizar el recurso.
Señalaron que con los recursos existentes, no se alcanza cubrir la cuota de 132 millones de metros cúbicos de agua que se requieren en la presente temporada de final e inicio de año, para abastecer a las 10 millones de personas que habitan la región.
En ese sentido, el río Rimac solamente responde a los requerimientos de la ciudad entre los meses de mayo y octubre, mientras que el agua consumida en la ciudad el resto del año era proveniente de otros sectores del país, más precisamente de la llamada ‘sierra central’, la cual ahora también evidencia un déficit de agua producto de la ausencia de lluvias.
Si bien esta situación se presenta para este cierre de año 2022 y comienzo del 2023, las autoridades advirtieron que esta solo puede ser la ‘punta del iceberg’, y que el verdadero problema podría verse reflejado en los próximos años, más aún si la comunidad no toma conciencia sobre la situación y la amenaza a futuro próximo.
El fenómeno fue relacionado con el cambio climático que también ha tenido sus efectos en otras partes del mundo, no solo evidenciadas en las sequías, sino en las consecuencias mismas que ello tiene sobre la cotidianidad, e incluso sobre las capacidades de responder a necesidades básicas como la alimentación, haciendo las consecuencias más fuertes del fenómeno, proyectadas para las ‘nuevas generaciones’, hubiese tenido que comenzar a ser vivida desde la actual.
En ese sentido, autoridades de Perú, sobre el problema del desabastecimiento de agua, llamó la atención de la ciudadanía, apuntando que la escasez referida, no solo es producto de la sequía, sino también del ‘uso irresponsable’.
En ese sentido, medios locales advirtieron que si bien instituciones como la OMS han calculado el consumo per cápita diario de agua en entre 50 y 100 litros, en el caso de la capital peruana, esa cifra se supera con creces, llegando incluso a duplicar la veta máxima; un comportamiento que se ha hecho evidente en los últimos años donde se refieren más y peores prácticas de consumo.
Frente al particular, los expertos han lamentado que en ciudades como Lima, debido a su geografía, las zonas más afectadas por el desabastecimiento sean precisamente las zonas altas o marginales; comunidades que casualmente son las que mejores prácticas de ahorro de agua han demostrado.
* Con información de Europa Press